Ť Por la alcaldía de Morelia han desfilado gobiernos de PRI, PAN y PRD
Los vaivenes del voto tripartidista definirán resultados en Michoacán
Ť El sufragio duro priísta suma 400 mil electores; 380 mil el perredista y 270 mil el panista
MIREYA CUELLAR Y ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADAS
Morelia, Mich., 5 de noviembre. En Michoacán, cuando el voto a favor del PAN sube, automáticamente el del PRD se desploma casi en la misma proporción. Y todo indica que en esta ocasión el blanquiazul ya no creció. Por ello, según los equipos de campaña de los aspirantes a la gubernatura, los resultados de los comicios del próximo 11 de noviembre serán definidos por el "voto volátil y el nuevo", que tradicionalmente se inclinan por la oposición al PRI y se depositan en función de los candidatos y no de los partidos.
"Nuestra apuesta es que Chavo pueda crecer todavía unos puntos más de lo que dicen las encuestas y le quite votos a Lázaro. Entonces nosotros quizá lo empatamos", dijo un connotado priísta que se dedica a la ingeniería electoral. Pero reconoció que lograrlo "está difícil" porque Salvador Chavo López Orduña, aspirante del PAN a la gubernatura, "prácticamente alcanzó su tope".
Esta es una de las pocas entidades tripartidistas del país. Tan sólo por la alcaldía de Morelia han desfilado gobiernos de PRI, PAN y PRD. Sin embargo, la clientela más fiel es del PRI, cuyo voto duro alcanza 400 mil electores en el estado; seguido del PRD con 380 mil y el PAN con no más de 270 mil. De tal manera que aunque la oposición es mayoría, dividida pierde.
Las estadísticas electorales revelan que la votación porcentual más baja del PAN fue en 1997 (19 por ciento), precisamente el año en que el PRD obtuvo la más alta (43 por ciento) y más cerrada con el PRI (38 por ciento). En los años 95 y 2000 el estado prácticamente se partió -electoralmente- en tercios.
Priístas y perredistas tienen una fuerza homogénea
Si
bien priístas y perredistas tienen una fuerza más homogénea
y extendida por el territorio estatal, Acción Nacional se impone
en varias de las 16 ciudades más grandes: Zamora, Sahuayo, Morelia,
La Piedad, Jacona, Hidalgo y Uruapan, entre otras, las cuales concentran
52 por ciento del electorado, que asciende a 2 millones 500 mil 889 votantes.
Cuna del panismo y del perredismo nacionales -Acción Nacional tuvo aquí en 1946 su primera alcaldía, Quiroga-, la aversión de los blanquiazules al cardenismo parece tan viva como cuando surgió dicho partido en 1939, precisamente para combatir los rasgos sociales del gobierno encabezado por el general.
"El enemigo a vencer es Lázaro Cárdenas Batel", dice el dirigente estatal del PAN, Jaime Rodríguez, durante una entrevista en la que parece tener dificultades para precisar qué le molesta más del joven candidato, si la evocación de un "proyecto populista, que quiere recuperar algunas cosas del pasado", el hecho de que sea hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, "y su candidatura va en razón de un proyecto dinástico", o que "con él esté todo un grupo que ya ejerció el poder en Michoacán y ahora quiere volver".
"Nosotros sufrimos en el 82-83, en carne propia, la represión del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas y sus mapacherías electorales. Tuvimos que pelear hasta las últimas consecuencias triunfos como el de Zamora en 1983...y ahora se nos presentan con un nuevo rostro. Nosotros sí sabemos quién es Cristóbal Arias desde que fue secretario de Gobierno con Cuauhtémoc, experto en amarres electorales y en situaciones fraudulentas. Sabemos quién es Leonel Godoy..."
-Más allá de cualquier consideración. ¿se le pueden endosar a alguien las acciones de su padre, buenas o malas?
-No, pero la vinculación de Lázaro con Michoacán es menor. El ha vivido en la ciudad de México casi siempre, y ahora un grupo se aprovecha de su persona con cierto perfil agradable y que no tiene desgaste en la política local. Es un grupo muy interesado en retomar el poder. Lo utilizan como punta de lanza, aunque el problema no es él. Esa gente que ya tuvo el poder con el PRI y que ahora está en el PRD quiere retomarlo usando una figura carismática para repetir vicios y prácticas...
"El adversario es él porque no podemos negar su presencia histórica, y en razón de eso su posicionamiento es muy fuerte. Estuvo creciendo, creciendo en las encuestas y obviamente es el enemigo a vencer. El PRI ha tenido desgaste, se ha dado una desbandada... tenemos que denunciar que son los mismos", apunta.
-¿Cuál es la diferencia entre la propuesta de Lázaro y la de Chavo?
-Creo que están proponiendo casi las mismas cosas. ¡Ah!, pero en el caso de la coalición se está subordinando la ideología, el programa, a la oportunidad política, a la coyuntura de poder. Tanto así que pueden arribar personajes como Genovevo Figueroa, a quien en 1989 el PRD acusó de represor y le sacó una lista de muertos. Y ahora resulta que es un patriota, un michoacano ejemplar y que la ideología puede esperar.
El
panista resume porqué "hay que pegarle a Lázaro"; encabeza
las encuestas y, según las mismas, el PAN está en la tercera
posición. Cuando Felipe Calderón Hinojosa, coordinador de
los diputados federales panistas y candidato a la gubernatura hace seis
años anunció que no buscaría nuevamente esa posición,
las expectativas de su partido de entrar realmente a la pelea se cayeron.
Así como la candidatura de Lázaro Cárdenas empezó a perfilarse en las filas perredistas desde 1997, cuando ganó la diputación federal por Apatzingán, los panistas veían en Calderón la posibilidad de seguir creciendo. Si bien el diputado hizo su carrera política en el Distrito Federal (estudió en la Escuela Libre de Derecho, fue miembro de la primera Asamblea Legislativa en la capital del país, varias veces candidato a diputado por los distritos del sur de la Ciudad de México, entre ellos el de Coyoacán), forma parte de una de las rancias familias panistas de la entidad.
Su padre, Luis Calderón Vega, fue el historiador oficial del PAN y fundador en el estado de ese partido en 1939, junto a uno de sus ideólogos, Miguel Estrada Iturbide. Al interior de las filas panistas el apellido Calderón es casi tan fuerte como el Cárdenas en el PRD. Uno de los hermanos de Felipe, Juan Luis, es candidato a la alcaldía de Morelia, y su hermana Luisa María es senadora de la República por la vía de la lista de partido; es decir, no compitió por esa posición.
Los 56 mil 293 votos que en la elección de gobernador obtuvo el PAN en 1992, fueron convertidos en 281 mil 827 por Felipe Calderón en 1995. Ese mismo año Chavo López, ahora candidato a gobernador, ganó la alcaldía de Morelia, la cual perdió el blanquiazul hace tres años por mil votos, uno por ciento de los sufragios.
El auge panista fue tal en el 95 que ganó 14 de las ciudades más importantes del estado (La Piedad, Sahuayo, Zamora, Zitácuaro, Quiroga...) y gobernó a nivel municipal a 40 por ciento de los habitantes del estado; el PRD se hizo de 54 ayuntamientos, pero más pequeños, que concentran 30 por ciento de la población, mientras que el PRI se quedó con el resto y mantuvo la gubernatura con 432 mil 169 sufragios.
Acción Nacional ganaría ciudades que ganó en 1995
Con ese antecedente la expectativa del PAN es alcanzar algunas de las ciudades que ganó en 1995 y que en la elección de 1998 se redujeron a siete. De importancia sólo retuvo Zamora, Uruapan e Hidalgo. Según las encuestas del PRD, Acción Nacional ganará algunas de las poblaciones más importantes del estado, pero habrá un voto diferenciado en la elección para gobernador que le permitirá a Lázaro Cárdenas Batel alzarse con la victoria.
Un sondeo realizado en 38 secciones con la más alta votación histórica para el PAN muestra al equipo de campaña de la alianza Unidos por Michoacán que en la elección de alcaldes, el voto panista es muy "duro" pero a la hora de elegir gobernador lo que les interesa es el candidato y no el partido.
Las distintas encuestas -salvo una ordenada por el PRI a la empresa Berumen- perfilan un holgado triunfo de la coalición que encabeza Cárdenas.
El Congreso, según estimación de los partidos, prácticamente se dividirá en tres partes iguales. Tan es así, que la legislatura actual estudia ya la posibilidad de desaparecer la Gran Comisión, que controla administrativa y políticamente el Congreso para crear una Comisión de Régimen y Concertación Política al estilo del Congreso federal.