MARTES Ť 6 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť En primer conteo obtuvo 53.73% de votos; Ortega, 44.65
Se proclama Enrique Bolaños presidente electo de Nicaragua
Ť El líder sandinista reconoció su derrota y afirmó haber sido víctima de una "campaña del miedo" fomentada por EU
REUTERS Y AFP
Managua, 5 de noviembre. Cuando se habían contabilizado poco más de 13 por ciento de los votos de las elecciones celebradas el domingo, el empresario Enrique Bolaños, candidato del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC), se proclamó esta tarde como presidente electo de Nicaragua, tirando por tierra un tercer intento del ex presidente sandinista Daniel Ortega por recuperar el poder mediante los votos.
Estados Unidos felicitó más tarde a Bolaños, candidato al que apoyó públicamente, confiando en que su "largo compromiso con la democracia, su integridad y coraje, así como su amplia experiencia como empresario, ayudarán a Nicaragua a enfrentar los desafíos que le aguardan".
A pesar de que Estados Unidos hizo lo posible para evitar una victoria de Ortega, quien en la década de los 80 debió enfrentar a los contrarevolucionarios financiados por Washington, el Departamento de Estado también felicitó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por su "participación ordenada y pacífica en el proceso" electoral del domingo pasado.
"Reconocemos y damos la bienvenida al compromiso del FSLN de trabajar responsablemente en la oposición y su promesa de apoyar la democracia y la buena gobernabilidad, y de unirse a la lucha contra la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo", dijo el comunicado emitido en Washington.
Por su lado, el brazo internacional del gobernante Partido Republicano elogió a los nicaragüenses por haber votado "a favor de la libertad". El Instituto Republicano Internacional dijo que la votación dejó en claro un rechazó "a las políticas socialistas y autoritarias de la década de 1980".
En las últimas semanas, el gobierno de George W. Bush pareció destapar un baúl de los recuerdos, al pedir a Ortega la devolución de las propiedades "robadas" tras la Revolución de 1979 que derrocó la dictadura de 45 años de Anastacio Somoza; al enviar a su embajador en Managua a los actos de Bolaños; y al advertir que conocía "la historia completa" de los sandinistas.
Este lunes, tras haber reconocido su derrota y felicitado a Bolaños, Ortega dijo haber sido víctima de una "campaña del miedo", que fomentó Estados Unidos al vincularlo con grupos terroristas en pleno proceso delectoral, y en medio del ambiente de inseguridad que generaron los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.
Por su lado, los gobiernos centroamericanos se congratularon porque las elecciones en Nicaragua se celebraron en forma ordenada, democrática, libre y con una masiva participación.
Cuando obtenía 53.73 por ciento de los votos contra 44.65 por ciento de Ortega, contabilizados 13.03 por ciento de sufragios acuerdo con un segundo reporte oficial, Bolaños se proclamó presidente electo.
"Ya ven que sí se pudo, ahora mismo me quito la bandera roja -de los liberales- y me pongo la azul y blanco de Nicaragua porque ahora soy el presidente de todos los nicaragüenses", manifestó Bolaños, durante un discurso pronunciado en Managua ante miles de seguidores, que coreaban el "šsí se pudo, sí se pudo!"
La consigna aludía a la que el PLC usó en su campaña de propaganda "Sí se puede", en relación a ofertas de más empleos y mejores condiciones sociales.
Bolaños, un empresario de 73 años y radical antisandinista, ocupó la vicepresidencia hasta hace un año, cargo desde el cual dirigió la estatal Comisión Anticorrupción, que nunca investigó al gobierno, lo que para muchos puso en duda su proclamada honradez.
Quizá por eso en su campaña electoral el candidato liberal tomó distancia del presidente Arnoldo Alemán y prometió llevar a los tribunales a todo funcionario implicado en actos de corrupción.
Los sandinistas "al final mostraron madurez y respeto a la patria, al aceptar los resultados de los comicios con serenidad y la rectitud de un partido moderno", añadió el presidente electo.
Antes de que se divulgara el segundo reporte oficial, Ortega ya había reconocido su derrota frente a Bolaños, en una breve rueda de prensa en esta capital. "Vamos a apoyar esta democracia, que debe ir de la manos de su fortalecimiento e independencia de las instituciones, de la lucha contra la pobreza, el imperio de la ley, del combate frontal a la corrupción, al narcotráfico y al terrorismo, de una economía de mercado dinámica y de la justicia social", manifestó.
Poco despúés, Ortega visitó a Bolaños, a quien el gobierno sandinista en la década de 1980 apresó en dos ocasiones y confiscó parte de sus bienes para repartirlos entre antiguos empleados, como parte de un proyecto de reforma agraria.
El líder sandinista fue derrotado por Violeta Chamorro en 1990 y también en las elecciones de 1996 por el actual presidente. "Creo que llegó la era de Ortega a su final", sentenció Alemán tras felicitar a Bolaños. Varios correligionarios sandinistas habían advertido a Ortega que perdería las elecciones, al considerar que la pobreza que vive el país y el desgaste de los liberales no eran suficientes para ganar las elecciones, sino que también importaba el tipo de candidato que se presentaba.
Pese al intento por transformar su imagen personal -cambió su forma de vestir- y el tono de su discurso, que pasó de la confrontación a los mensajes de paz y amor, Ortega no logró convencer al electorado.
Alemán, por otro lado, aseguró que el oficialismo se constituirá nuevamente en la fuerza mayoritaria del Parlamento, en el cual ocuparía, según sus cálculos, más de 50 de los 90 escaños de la Asamblea Nacional. Hasta el momento, el Consejo Supremo Electoral no ha ofrecido datos sobre la eventual composición del Parlamento.
Los nicaragüenses votaron masivamente y en tranquilidad hasta la noche del domingo, en unos comicios que se retrasaron por la alta concurrencia de la población. No hubo disturbios como se especulaba en días previos.