MIERCOLES Ť 17 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť El fallo se suma a las impugnaciones contra su gestión al frente del organismo
Revoca una juez la expulsión de Mario Arturo Ramos de la SACM, que dirige Cantoral
Ť Es un aliciente para lograr la legalidad en esa sociedad autoral, señala el demandante
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
El presidente del Consejo Directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de Música, Roberto Cantoral García, acaba de recibir un nuevo revés a su impugnada gestión de 18 años al frente de la agrupación. El pasado 25 de septiembre la juez sexto de distrito en materia civil del DF, María Concepción Alonso, dictó una sentencia que revoca la expulsión del organismo gremial del compositor Mario Arturo Ramos, uno de los más severos críticos del desempeño de Cantoral en la SACM.
La resolución de la juez Alonso se emitió en segunda instancia, por lo cual Cantoral y sus representantes legales aún pueden interponer una demanda de amparo, después de la cual vendría una tercera y definitiva resolución.
En enero de 1998, Mario Arturo Ramos emprendió acciones legales en contra de Cantoral, de la SACM y del presidente del comité de vigilancia de la misma sociedad. Ramos demandó la nulidad de la asamblea general ordinaria de los autores y compositores efectuada el 4 de diciembre de 1997, en la que se acordó expulsarlo de dicha agrupación.
Acreditamiento parcial de pretensiones
Mario Arturo Ramos demandó la nulidad de la asamblea, de todos los acuerdos tomados en ella, del acuerdo que lo expulsa y el pago de daños y perjuicios ocasionados por la expulsión, así como el pago de los gastos y costas del juicio.
De acuerdo con el dictamen de la juez sexto de distrito, el afectado ''acreditó parcialmente sus pretensiones" y la parte demandada ''no justificó sus excepciones". La juez no concedió al demandante la nulidad total de la mencionada asamblea ni el pago de daños y perjuicios. En cambio, sí condenó a la SACM, a Cantoral y al comité de vigilancia a ''declarar nulo el acuerdo por el que se excluye a Mario Arturo Ramos Núñez". También condenó a los codemandados ''al pago de gastos y costas" del juicio.
Mario Arturo Ramos sostiene que esta sentencia, más que un triunfo personal, es un aliciente para todos los que, como él, pugnan ''por la legalidad y la democracia" en la SACM. En el caso de Ramos, su lucha empezó hace 10 años, en octubre de 1991, cuando formaba parte del comité directivo, como coordinador de fonomecánicos. Ese año renunció a su representación por desacuerdos con la gestión de Cantoral y a partir de entonces se convirtió en un crítico constante del presidente de la SACM.
Con base en la relación de hechos de Ramos, a partir de diciembre de 1991 Cantoral, apoyado por guaruras y guardias blancas tomó el control de las instalaciones de la SACM y maniobró para impedir el ingreso o manifestación de los socios disidentes. En un intento de desprestigiar las impugnaciones de Ramos, Cantoral lo acusó de ''extorsión", pero aquél resultó absuelto.
En diciembre de 1997 se realizó la ''asamblea espuria" en la cual una minoría de socios decidió expulsar a Mario Arturo Ramos de la SACM. Ese acuerdo es el que anuló la juez María Concepción Alonso Flores.
Aunque es posible que la parte demandada recurra al amparo, por lo pronto Ramos Núñez vuelve a disfrutar de todos sus derechos como socio de la SACM, lo cual, entre otras cosas, le permitirá participar de nuevo en las asambleas, en las que se convirtió en dolor de cabeza para Cantoral.
Progresivo debilitamiento político
La sentencia en favor de Mario Arturo Ramos Núñez se suma a una serie de reveses que apuntan al debilitamiento de quien -de acuerdo con sus críticos- ha ejercido de manera autocrática el poder en la SACM durante los últimos 18 años.
Considerado por sus impugnadores como instrumento de las formas de control corporativo ejercidas durante décadas por el PRI y los gobiernos priístas, Cantoral ha visto gradualmente debilitadas sus posiciones políticas. Adicionalmente, de unos años a la fecha una serie de compositores notables -o sus herederos- han retirado la administración de sus obras de la SACM y la han trasladado a otras agrupaciones. Dos casos notables son el de Agustín Lara y el de Mario Lavista. Y próximamente la obra de otro importante compositor mexicano dejará de estar bajo la administración de esa sociedad autoral.
A decir de Ramos y otros disidentes de la sociedad, Roberto Cantoral convirtió a la SACM en un feudo familiar para beneficio de unos cuantos. Prueba de esto es el informe de ingresos y egresos correspondiente a 1999, según el cual, de los 54 millones 942 mil pesos gastados en ese periodo, 8 millones 336 fueron por concepto de ''dietas y honorarios" del consejo directivo integrado por 18 personas, mientras que en ''previsión social", para los 30 mil socios que presuntamente pertenecen a la SACM, se gastaron 3 millones 533 mil pesos. En cambio, por el concepto ''otros" (gastos no especificados) se erogaron 5 millones 73 mil pesos.