Ť Activistas toman las calles y expresan su apoyo a Bin Laden
Protestas en Pakistán contra EU y GB; un muerto y 26 heridos
Ť En Quetta, incendian 3 cines, comercios y una oficina de la Unicef Ť Musharraf restructura la cúpula militar del país
DPA, AP, AFP Y REUTERS
Quetta, 8 de octubre. Un muerto y 26 heridos es el saldo que dejaron las violentas protestas que tuvieron lugar en varias partes de Pakistán contra los ataques militares lanzados por Estados Unidos y Gran Bretaña contra Afganistán.
Miles de activistas islámicos, en su mayoría estudiantes de escuelas coránicas, se volcaron a las calles gritando consignas contra Washington y expresando su apoyo a los talibán y a Osama Bin Laden, considerado por el gobierno del presidente George W. Bush como el principal sospechoso de los atentados del pasado 11 de septiembre.
La
manifestación más importante tuvo lugar en Quetta, al oeste
del país. Entre 10 mil y 15 mil personas gritaron consignas como
"¡Abajo Estados Unidos!" y "¡Muerte al presidente Bush!", además
de que incendiaron tres cines, un puesto de policía, un centro comercial
y parte de las oficinas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef).
El gobierno paquistaní lamentó el saqueo de las oficinas del Unicef y aseguró que tomará medidas para reforzar la seguridad en torno a los edificios de Naciones Unidas.
Los manifestantes también dañaron numerosos vehículos estacionados por la ciudad. Frente a la creciente violencia, la policía trató de dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos, además de que se escucharon disparos de armas automáticas; como resultado se reportaron un muerto y 26 heridos.
Los actos violentos se desataron después que los responsables religiosos de varias mezquitas de Quetta declararan una jihad (guerra santa), tras los ataques de Estados Unidos y sus aliados contra Afganistán.
Otra manifestación que congregó por lo menos a 10 mil personas tuvo lugar sin incidentes en el paso fronterizo de Shaman, entre Afganistán y Pakistán. Asimismo, la policía también utilizó gases lacrimógenos en la ciudad de Peshawar, donde mil 500 personas se manifestaron, gritando "Osama es nuestro líder espiritual".
En Islamabad, la capital, unos mil 500 estudiantes armados con palos se manifestaron coreando lemas antiestadunidenses, cerca del Centro Cultural Estadunidense, cuyo edificio fue protegido por un impresionante dispositivo de seguridad.
Mientras, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, reforzó su control sobre el aparato militar del país, con una restructuración de la jerarquía de las fuerzas armadas. Estos cambios, que tendrán implicaciones directas sobre las actividades de los servicios de inteligencia (ISI), fueron anunciados después de que iniciaron los ataques de Estados Unidos contra Afganistán.
El súbito ascenso de dos mandos de alto grado, anunciado la noche del domingo al lunes, fue interpretado en el contexto de una operación para dar de baja al general Mahmud Ahmed, jefe del ISI, quien mantuvo estrechos vínculos con el ejecutivo talibán de Afganistán.