Ť "Revoltosos musulmanes", los llamó ex consejero de James Carter en 1998
La ayuda de EU al talibán buscó crearle "su guerra de Vietnam" a la URSS
DE LA REDACCION
"Ahora tenemos la oportunidad de darle a la URSS su guerra de Vietnam", escribió Zbigniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional del presidente estadunidense Jimmy Carter, el 24 de diciembre de 1979, día en que las tropas soviéticas entraron en Afganistán. Pero la ayuda de los sevicios de inteligencia estadunidenses a los mujaidines afganos había comenzado mucho antes de la intervención soviética, como confirmó Brzezinski en una entrevista con la revista francesa Le Nouvel Observateur, publicada en 1998.
En
esa conversación, el ex consejero de Seguridad Nacional aceptó
que "de acuerdo con la versión oficial de la historia, la CIA ayudó
a los mujaidines durante 1980. Pero la realidad, secretamente guardada
hasta ahora, es muy distinta: de hecho, fue el 3 de julio de 1979 cuando
el presidente Carter firmó la primera directiva de ayuda secreta
a los opositores del régimen prosoviético de Kabul". Y ese
mismo día "escribí una nota al presidente en la cual le explicaba
que en mi opinión esa ayuda iba a inducir a una intervención
militar soviética".
Interrogado sobre si aprobar entonces las acciones encubiertas en Afganistán no era una provocación para que la URSS entrara en la guerra, señala: "no empujamos a los rusos a intervenir", pero admite que "intencionadamente incrementamos la probabilidad de que lo hicieran. En aquella época, Moscú justificó su intervención afirmando que buscaba combatir la actuación encubierta de Estados Unidos en Afganistán, pero nadie le creyó. Sin embargo, había una base de verdad en ello. Pero Brzezinski no tiene problemas de conciencia por ello, puesto que "esa operación secreta era una excelente idea. El resultado era llevar a los rusos a la trampa afgana.
"El día en que los soviéticos oficialmente cruzaron la frontera, escribí al presidente Carter: tenemos ahora la oportunidad de dar a la URSS su guerra de Vietnam. En efecto, por casi diez años, Moscú tuvo que cargar con una guerra insoportable para el gobierno, un conflicto que trajo la desmoralización y, finalmente, el derrumbe del imperio soviético", justifica.
Tampoco se arrepiente por el apoyo estadunidense a los integristas islámicos, dando así armas y preparación a futuros terroristas: "¿qué es más importante para la historia del mundo? ¿Los talibán o el colapso del imperio soviético? ¿Algunos revoltosos musulmanes o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?"
Y las advertencias, que más tarde se hicieron escuchar sobre la amenaza del fundamentalismo islámico son para Brzezinski "tonterías". "No hay un Islam global. Hay que mirar el Islam de una manera racional y sin demagogia o emoción (...) ¿Qué hay en común entre el fundamentalismo de Arabia Saudita, el moderado Marruecos, el militarismo de Pakistán, el prooccidental Egipto y el secularismo de Asia central- Nada más que lo que une a los países cristianos."