JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Instruyó en la lucha libre a Ernesto Che Guevara y Fidel Castro
Murió Arsacio Vanegas, incansable promotor de la obra de José Guadalupe Posada
Ť Continuar la difusión del grabador, sin fines de lucro, fue su último deseo
Ť Poseía las planchas y las hojas originales del prestigiado artista mexicano
MERRY MAC MASTERS
Ayer a las 10:30 horas falleció, a consecuencia de una larga enfermedad, Arsacio Vanegas, ex luchador profesional, responsable de la preparación física de los integrantes del Movimiento 26 de Julio, entre ellos el Che Guevara y Fidel Castro, y promotor de la obra del grabador José Guadalupe Posada. El nieto de Antonio Vanegas Arroyo, editor de Posada, había cumplido 79 años el pasado 16 de agosto.
De las artes plásticas a la lucha libre
De acuerdo con Juan Carlos Vanegas, sobrino de don Arsacio, el último deseo de su tío fue que se siguiera con la promoción de la obra de Posada, ''como él lo hacía y sin fines de lucro''. También, mantener lo que hay de patrimonio: las planchas originales de Posada y Manuel Manilla, así como hojas originales. En el taller de la calle de Penitenciaría 27, colonia Morelos, imprimió el primero y el segundo manifiesto al pueblo de Cuba.
Ahora esta labor recaerá en Juan Carlos, quien desde hace tiempo fungía como su asistente. A mediados de año se efectuó la muestra Posada. Estampa: grabados en metal, en el Museo Mural Diego Rivera. Con motivo del 150 aniversario del natalicio de Posada y de Antonio Vanegas Arroyo -ambos nacieron en 1852-, se prepara una exhibición para enero próximo en el Centro Cultural Mexicano, de San Antonio, Texas.
Oriundo de la ciudad de México, el Kid Vanegas ''estudió dibujo y grabado con Julio Prieto'', pero ''cambió las artes plásticas por la lucha libre'', escribe Pablo Espinosa en su libro No por mucho madrugar se redacta más temprano. Al reseñar la presentación del volumen Sin máscara ni cabellera. Lucha libre en México hoy, en 1992, el reportero recogió de Arsacio las siguientes palabras:
''Tengo el récord de más luchas libradas en un solo domingo: nueve en un solo día; recorrí todas las arenas de la ciudad de México de aquel entonces: la Escandón, la Hollywood, la Venustiano Carranza, la Loredo, como todo aquel que hacía sus primicias para ser luchador. Es más, un día luché hasta con un oso, en un circo, pero me tuve que retirar porque un día el oso entró en brama y ya me estaba confundiendo con una osa: yo sólo dije pus qué pasó, por qué me está abrazando tan fuerte (el oso) y pus me dio miedo y ya no fui a las giras con el circo, así que tuve que regresar a las arenas chicas. Pero luego sí viajé, como luchador. Y fui luchador durante 30 años. Como era yo muy fuerte lastimé a muchos luchadores, como al Dientes Hernández, que siempre me iba a buscar a mi casa para cobrarme un diente que le quebré en un lucha, y yo siempre se lo pagaba con cervezas. Por eso le decían el Dientes Hernández. O como a José Marín, que lo dejé sordo para toda la vida, y por eso era conocido en el ring como el Divino Sordo. Pero luego a mí me tocó un golpazo que me hizo un coágulo de sangre en un ojo, y me tuve que retirar. Y después fui instructor de lucha del Che Guevara y de Fidel Castro, y desde entonces a cada rato me invitan a Cuba.''
Compositor de corridos
Cuenta Juan Carlos Vanegas que su tío todavía alcanzó a despedir a Fidel Castro en el aeropuerto, cuando vino a México, en diciembre de 2000.
Entre 1967-68, Arsacio se despidió de la lucha libre en la arena El Cortijo. Desde 1943, cuando se presentó en el Palacio de Bellas Artes la primera exposición de Posada, ya difundía el trabajo de Antonio Vanegas. Arsacio también llegó a componer varios corridos, a raíz del triunfo de la Revolución cubana, por los terremotos del 85 y por la cometa Kohutec.
En Semana Santa imprimía las oraciones de las siete casas, en noviembre las calaveras y en diciembre las letanías para pedir posada, expresa su sobrino.
Arsacio trató, hace algunos años, de cambiar el nombre de la calle de Penitenciaría por la de José Guadalupe Posada, porque ya no estaba allí la cárcel de Lecumberri. Pero no tuvo suerte en su empresa. La casa de Penitenciaría, no obstante, está considerada sitio histórico, porque allí estaban los talleres de Vanegas Arroyo. Quizá después se haga un museo particular, apunta Juan Carlos.
Arsacio Vanegas fue velado en su casa de la calle de Penitenciaría y a las 11 horas de hoy sus restos serán sepultados en el Panteón Jardín.