JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Los motivos de Barbara Lee
La diputada por California Barbara Lee causó polémica el pasado 20 de septiembre al ser el único miembro del Congreso de Estados Unidos, de un total de 420 representantes de la Cámara Baja, que votó en contra de conceder poderes bélicos especiales al presidente George W. Bush para lanzar cualquier ofensiva que se considerara conveniente para defender al país de ataques como los que destruyeron el World Trade Center y el Pentágono.
En artículo publicado en el diario argentino Página /12, titulado El mundo de nuestros hijos, Lee explica: "Al darle al presidente poderes tan amplios, el Congreso subestimó las dimensiones de su propia declaración. Por eso me pareció que yo no podía apoyar el otorgamiento de facultades tan extensas al Ejecutivo para hacer la guerra. Hacerlo equivalía a poner más vidas inocentes en riesgo".
Lee comienza su artículo señalando que, sin duda, los ataques antiestadunidenses fueron de una brutalidad sin precedentes, que al igual que al resto del país le provocaron dolor, compasión, asco y enojo. Sostiene que está de acuerdo en adoptar todas las medidas necesarias para encontrar a los autores de los ataques y llevarlos ante la justicia y evitar en el futuro cualquier agresión como la del 11 de septiembre. Sin embargo, señala: "No disiento de la intención del presidente de librar al mundo del terrorismo, pero pienso que tenemos muchas maneras de alcanzar ese objetivo. Medidas que hagan germinar nuevos actos de terror no darán cuenta de las fuentes del odio ni aumentarán nuestra seguridad".
Señaló que el secretario de Estado, Colin Powell, enumeró distintas formas de llegar al origen del problema del terrorismo, que incluían esfuerzos diplomáticos, económicos, legales, políticos y también militares. Pero Lee insiste: "una carrera para lanzar precipitadamente un contrataque militar entraña el gran riesgo de que mueran más inocentes, hombres, mujeres y niños. Y yo no podía votar por una resolución que -creo- puede llevarnos a un final así".
Aseguró que antes de emitir su voto escuchó a miles de sus electores -del distrito de California que incluye Oakland, Berkeley y Alameda- y que éstos "pidieron que estableciéramos bien los hechos y nos asegurásemos de que la violencia no engendraría más violencia. Entendieron las consecuencias impredecibles de acercarnos imprudentemente a la guerra".
Lee admite en su artículo que hay quien la tacha de haber mostrado oposición en momentos en que se llamaba a la unidad nacional. "Algunos pensaban que la decisión del Congreso era sólo simbólica. Que fue concebida para mostrar un alto grado de resolución nacional. Pero yo no podía ignorar que la votación daría autoridad explícita, en el marco de la concesión de poderes de guerra y de la Constitución, para ir a la guerra. Era un cheque en blanco al presidente para atacar a cualquiera que estuviera involucrado en los hechos del 11 de septiembre. Cualquier país, sin tener en cuenta nuestra política exterior de largo plazo, nuestros intereses económicos y de seguridad nacional, y sin límite de tiempo", señala.