JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť En respuesta a ataques xenófobos, demócratas y republicanos promueven la tolerancia
Reitera Bush que no permitirá malos tratos a musulmanes y otros grupos religiosos
Ť Pese a las crecientes críticas contra la CIA, ratificó su confianza en la agencia de espionaje
AFP, AP Y REUTERS
Washington, 26 de septiembre. El presidente George W. Bush volvió a reclamar hoy mayor tolerancia religiosa y aseguró que no permitirá malos tratos a los musulmanes ni a otros grupos que han sido blancos de ataques racistas, mientras ratificó su confianza en la CIA, pese a las críticas que ésta recibió por no haber previsto los atentados.
"Todos somos estadunidenses, unidos por ideas comunes y valores comunes", dijo Bush al recibir en la Casa Blanca a un gru-po de la comunidad religiosa hindú sij, algunos de cuyos miembros han sido acosados tras los atentados, y en este sentido recordó la muerte de Balbir Singh Sodhi, comerciante hindú asesinado poco después de los atentados, atacado por usar un turbante, según la tradición sij.
El vocero Ari Fleisher, por su lado, dijo que al presidente le preocupa que toda persona que parezca de Medio Oriente sea objeto de odio, y que está "muy perturbado" por declaraciones realizadas por un legislador de su Partido Republicano, John Cooksey, de Luisiana, quien dijo que "si alguien llega con un pañal en su cabeza (en alusión a un turbante) y una cinta de ventilador atada al pañal, debe ser separado".
En el Capitolio, los líderes demócratas y republicanos acompañados por personas de diferentes religiones, dieron una conferencia de prensa para promover la tolerancia.
Varias asociaciones que defienden los de-rechos de los inmigrantes en Nueva York han advertido que éstos tienen miedo por el incremento de las medidas de seguridad y por la agudización del sentimiento antinmigrante en algunas personas.
"Sienten como si ya no tienen derecho a caminar en las calle, y mucho menos de reclamar algo", dijo Nadia Marín Molina, directora de Workplace Proyect. "Muchos incluso nos dicen a quienes luchamos en favor de una amnistía a los inmigrantes que por ahora no toquemos este tema".
En este clima, el director de la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles, Anthony Romero, advirtió contra el refuerzo de medidas de seguridad que busca el gobierno, y que incluirían la posibilidad de deportaciones sumarias.
Los legisladores han pedido, por su parte, que se revisen cuidadosamente los antecedentes de extranjeros que soliciten visas, así como controlar su paradero.
En el centro del huracán
Por otro lado, Bush visitó hoy el cuartel general de la CIA en Langley, Virginia. Allí, ante centenares de empleados y agentes que lo aclamaban, ratificó su confianza en la agencia y en su director, George Te-net, y afirmó que "Estados Unidos debería sentir lo mismo".
Desde los ataques en Nueva York y Washington el vicepresidente del Comité de Asuntos de Inteligencia del Senado, el republicano Richard Shelby, ha planteado la necesidad de que la CIA tenga un director con la estatura de ministro de gabinete.
"Necesitamos alguien como Colin Po-well (secretario de Estado), como Donald Rumsfeld (de Defensa)", dijo hoy, para agregar a continuación que a Tenet "se le están yendo las cosas de las manos".
De su lado, Rumsfeld analizó la guerra contra el terrorismo y el presupuesto del Pentágono con los líderes del Congreso que controlan los programas y el gasto militar, pero se presume que los recortes se anularán ante la nueva guerra antiterrorista.
En tanto, continuaron los preparativos pa-ra una acción militar con el despliegue de fuerzas aéreas y navales cerca de Afganistán y la convocatoria de 635 reservistas, lo que eleva a 15 mil 600 el número de los lla-mados desde el 11 de septiembre.
Según expertos estadunidenses, las fuerzas especiales movilizadas para la operación Libertad Duradera incluyen a boinas verdes (antiguerrillas), rangers (custodia de aeropuertos y pistas de aterrizaje) y elementos de la Delta Force, especializada en liberación de rehenes y ejecuciones.
Estos cuerpos actuarían con respaldo de las fuerzas clásicas estadunidenses y británicas, para evitar fracasos como el de So-malia, cuando un comando de rangers fue sorprendido por combatientes somalíes, y además "los estadunidenses están dispuestos a aceptar que haya muertos. No es la Guerra del Golfo ni Somalia", dice Tom Keney, de la Universidad John Hopkins.
En cuanto a las negociaciones políticas para la coalición antiterrorista, la agenda de Bush este miércoles incluyó las ya habituales comunicaciones telefónicas con líderes mundiales para la construcción de la coalición antiterrorista.
En este marco habló con el primer ministro holandés, Wim Kok, y con el presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev. Mientras, el portavoz de la Casa Blanca advirtió a Irán que "elija entre estar y no estar al lado de Estados Unidos y el mundo libre".
De su lado, Colin Powell y su homólogo egipcio Ahmed Maher afirmaron, tras una reunión en Washington, su satisfacción por la cooperación entre los dos países, y trataron de minimizar sus divergencias.
El gobierno egipcio ha dado su apoyo a la lucha contra el terrorismo, pero también se ha pronunciado a favor de una conferencia internacional sobre el tema bajo el auspicio de Naciones Unidas, y ha destacado la ne-cesidad de actuar tras tener pruebas de que Osama Bin Laden es autor de los atentados.
Voces de todo el mundo árabe han instado a Estados Unidos a actuar con moderación, pero el primer ministro británico, Tony Blair, echó fuego en la que aún sigue siendo una guerra retórica al exigir que Afganistán entregue no sólo a Bin Laden, sino a otros grupos entrenados en su territorio.
Pero en otros países europeos no todos se muestran tan entusiastas como Blair. El funcionario de más alto rango de la Unión Europea, el danés Poul Nielsen, dijo que la "conducta de intimidación" de Estados Unidos es una de las causas de "la frustración y el odio" hacia ese país, que prepararon el terreno para los atentados terroristas.
En el ámbito local, Dan Guthrie, columnista del Daily Courier de Oregon, denunció haber sido despedido por haber escrito que Bush "se escondió en un hoyo de Ne-braska", en lugar de regresar de inmediato a Washington tras los ataques terroristas.
Mientras, miles de empleados de la compañía aeroespacial Boeing fueron evacuados tras una amenaza de bomba en una planta de ensamblaje del avión militar de carga C-17 en un suburbio de Los Angeles.
Y en Nueva York, las elecciones primarias para la alcaldía tuvieron los resultados pronosticados antes de los atentados, según los sondeos a boca de urna: Michael Bloomberg ganó la candidatura por los republicanos, mientras que los demócratas Fernando Ferrer y Mark Green deberán disputar una segunda vuelta en octubre.