DOMINGO Ť 23 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Ravelo Lecuona presentó libro sobre el activista guerrerense

Juan Escudero, impermeablea las tentaciones del poder

Ť El dirigente nunca se dejó seducir por el corporativismo; enfrentó a terratenientes de la costa a principios de siglo XX

ERIKA MONTAÑO GARFIAS

En su libro Juan Escudero y el Partido Obrero de Acapulco, el escritor Renato Ravelo Lucuona cuenta la vida y muerte del líder de una lucha desigual entre campesinos y terratenientes posrevolucionarios, un dirigente que no se dejó seducir por el poder.

La presentación del texto, escrito a manera de reportaje, fue a media banqueta, en una de las calles de la colonia Roma, sin mesas ni grandes aspavientos. Sólo el escritor y las decenas de personas que recibieron el libro gratuito con la promesa, cumplida, de llevarse la firma del autor. Pero eso fue antes de que lloviera y de que la miniferia organizada por el PRD se trasladara a un auditorio donde continuaron las firmas y la venta de otros títulos literarios cuyos precios oscilaron entre 10 y 90 pesos.

Ya protegidos de la lluvia, el escritor, en entrevista, definió a Juan Ranulfo Escudero como "un tipo paradigmático". La suya "es una historia de luchas obreras, populares, democráticas, al igual que todas las luchas políticas en México. Se levantan, los reprimen y acaban finalmente absorbidos en las redes de las organizaciones políticas ligadas al gobierno".

Sin embargo, este dirigente, hijo de un empresario español bien avenido, "fue una excepción, pues pese a tener una posición anarquista o medio socialista no obedecía a sus ideas como un doctrinario, pero tampoco se dejaba seducir o atraer por los nacientes partidos corporativos y enfrentaba consecuentemente todos los intereses de la costa contra los hacendados-terratenientes en el naciente Estado mexicano".

Fueron ellos quienes lo asesinaron con la venia, amparo, complicidad o silencio de Alvaro Obregón, recordó el autor, egresado de la Facultad de Filosofía e historiador autodidacta.

Juan Escudero, agrega, "manejaba algunos elementos del socialismo, pero no se inscribe en el socialismo de esos años, que estaba incipiente, resiste las tentaciones doctrinarias, corruptivas, políticas y lleva consecuentemente todas las demandas populares".

La lucha de Escudero provocó el descontento de los terratenientes y de todo el poder en la costa de Guerrero, por lo que tramaron un atentado, primero, que lo dejó sin poder utilizar una de sus piernas y sus dos brazos, y después su asesinato.

Al momento de su muerte Juan Escudero "era un símbolo, ya no un dirigente", agregó Ravelo, quien tuvo el primer encuentro con la historia de este dirigente obrero en 1980, cuando trabajaba en la Universidad de Guerrero. El libro presentado el viernes es una redición de un ensayo que publicó a mediados de los ochenta.

La intención es recuperar la historia de "un héroe olvidado, ignorado, ocultado, que no usufructuó el poder y que renunció a él como vía de enriquecimiento".

Juan Escudero "era de familia acomodada, pudo haber sido rico si se hubiera dedicado a los negocios, pero no, él era un idealista en ese buen sentido, y es un personaje que soporta la prueba de la crítica".

Afuera del auditorio la lluvia terminó.