Ť Pide Almeyra no olvidar que la elección de Bush es fruto de un golpe de Estado legal
Analistas externan dudas sobre atentados en EU
Ť Revisión de ataques en Estados Unidos en foro organizado por Casa Lamm y La Jornada
JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.
El conflicto bélico desatado a raíz de los atentados contra Estados Unidos marca el término de una etapa del modelo de mundialización dirigido por el capital financiero, el cual ha vuelto a introducir la participación directa del Estado en la economía e intenta inmiscuir al resto de las naciones en una "guerra de fundamentalismos en contra de todos los que no comparten sus valores".
¿A quién sirve esta guerra? -preguntó Guillermo Almeyra, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, a un público que desbordó las instalaciones de Casa Lamm, en el foro sobre globalización y sus alternativas, organizado por La Jornada y este centro cultural.
"Sirve a la extrema derecha norteamericana, sirve a los fabricantes de armamentos, sirve a los patrones petroleros" ?respondió él mismo.
"Qué
casualidad que el señor Dick Cheney (vicepresidente de Estados Unidos)
sea armamentista y petrolero; qué casualidad que el señor
Bush es petrolero, hijo de petrolero, hijo de director de la CIA, nieto
de petrolero, agente de los intereses nazis en Estados Unidos y condenado
por la justicia de su país como agente del enemigo. Qué casualidad
que todo el gabinete y quienes tienen algo que ver con la guerra estaban
ya listos de antemano, y además eran todos interesados en estas
cosas. ¡Qué casualidad!" Cuando escribí esto se me
dijo que era monstruoso pensar eso ?comentó el también colaborador
de La Jornada.
"¿No es monstruoso pensar que mataron a un presidente, y no es monstruoso que (George W.) Bush sea fruto de un 'golpe de Estado legal'? Ilegítimo porque ganó sólo en el estado que gobierna su hermano Jeff, el de Florida. El pueblo le votó en contra y él está de presidente, legal pero ilegítimo. ¿No es monstruoso que la potencia que se dice democrática practique métodos bananeros?".
Aclaró, "aunque no soy partidario de la teoría de la conspiración, le respondo a eso lo que el gallego: yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay".
El tema del foro, El futuro de la globalización y sus posibles alternativas, programado hace un mes? fue superado por los acontecimientos terroristas ocurridos en territorio estadunidense. Así que Almeyra ilustró su exposición con un mensaje pintado en grafiti en una barda de Montevideo, Uruguay: "cuando tenía todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas".
El mundo cambió desde el 11 de septiembre, pero se atisban ya algunas direcciones, sobre todo a partir del discurso del presidente Gorge W. Bush ante el Congreso de su país, y ahí ubicó el catedrático el centro de su exposición.
Los 15 mil millones de dólares destinados a respaldar a las líneas aéreas, otra cantidad similar para las aseguradoras; la autorización de una ampliación presupuestal de 100 mil millones de dólares a los gastos estadunidenses de defensa, son medidas de tipo keynesiano, pero al revés, explicó, porque quiénes van a pagar todos esos recursos. "Entonces, se trata de dar a los ricos cada vez más y quitar cada vez más a los pobres".
El Congreso de Estados Unidos "ha votado a Bush, además del dinero para el Pentágono, un cheque en blanco que le autoriza a hacer la guerra en el momento que considere necesario, con los dineros que considere necesarios, sin discutir con nadie, sin permiso previo del parlamento", precisó.
"¿Eso no se llama un Estado totalitario? ¿Eso no se llama un estado policial? ¿Eso no se llama una dictadura de un pequeño núcleo sobre todos los demás?" ?preguntó.
"A pesar de que esa dictadura cuenta con 95 por ciento de personas que creen que es legítimo apoyar una guerra sin saber siquiera contra quién va a ser y lo que va a costar, eso es otra cosa.
"Porque es una guerra fascista con consenso de masas. Hitler también tenía consenso de masas, claro, después de haber metido en campos de concentración a todos los que estaban en contra, por supuesto, a 3 millones de alemanes que no compartían sus planteamientos y políticas."
Esta es una guerra de fundamentalismos, exclamó, "porque el terrorismo es el resultado de una respuesta desviada, deformada; es resultado de la impotencia, del odio ciego, de la desesperación, de la humillación y la falta de perspectiva. Esta guerra es contra todos, no tiene fronteras y pone a todo el mundo como blanco y obliga a todo mundo a ser soldado".
Guillermo Almeyra cerró su participación con otro mensaje pintado en otra barda, pero de Buenos Aires: "O dejamos de ser colonia, o morimos todos perfumados".
La economía de guerra les cayó como anillo al dedo
Por su parte, Alfredo Jalife Rahme, autor del libro El lado oscuro de la globalización, afirmó que los atentados terroristas cayeron como anillo al dedo a un modelo neoliberal que estaba en bancarrota hasta el 11 de septiembre. Recordó la coincidencia histórica entre las depresiones económicas estadunidenses y las conflagraciones bélicas desarrolladas que le han permitido salir, pero en esta ocasión ?comentó? "estamos en el último círculo del averno, donde todo se vale".
Cuesta trabajo entender cómo se pudo mover tanto dinero para financiar una operación tan grande y certera contra blancos simbólicos de Estados Unidos sin que nadie se enterara, expresó.
Arabia Saudita financió con 10 mil millones de dólares al año la compra de armas en Asia Central. ¿Cómo pudo mover Al Qaeda (la organización de Osama Bin Laden) 3 mil millones de dólares, cuando todos sabemos lo difícil que es ingresar a Estados Unidos con más de cinco mil?
Hizo énfasis en que "Bush llegó con un gabinete de guerra". Son los mismos de la operación tormenta del desierto ?realizada en el golfo Pérsico. "La economía de guerra le cayó como anillo al dedo a Estados Unidos, con la aplicación de medidas keynesianas (de intervención directa del Estado en la economía)".
Con diferencias sobre el impacto, favorable o desfavorable, que el escenario de guerra tendrá sobre la economía mexicana, tanto Alfredo Jalife como Guillermo Almeyra coincidieron en que los acontecimientos presentan como alternativa la promoción del desarrollo interno, a través de la aplicación de medidas de tipo keynesiano, con una política sustentada en el ejercicio soberano de los recursos energéticos para generar empleos y riquezas en México.
El público, sentado en el auditorio, arremolinado a la entrada, de pie o en cuclillas por los pasillos, participó activamente con preguntas, entre las que sobresalió la siguiente: ¿cuál creen que sea la responsabilidad de la sociedad civil en estos momentos? "El debate y la lucha. Hay que salvar todas las diferencias para parar esta guerra dirigida contra todo lo que no sea norteamericano", respondieron.
La segunda fue: ¿no es extraña la participación de Osama Bin Laden y su grupo en actos de los que finalmente sale favorecido el gobierno estadunidense, como lo fue la derrota de la ex Unión Soviética en Afganistán, y ahora que la economía de guerra norteamericana generará una fuerte demanda en plena recesión?
Veremos. Por lo pronto, el 26 de octubre el foro de La Jornada y Casa Lamm abordará desde nuevas perspectivas los acontecimientos de hoy. Antes, el 28 de septiembre el tema será Pemex y la reforma fiscal, al que seguirán Los medios de comunicación, el consenso social y el poder (II): la radio en México, y el 19 de octubre, La autonomía de las empresas públicas: Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.