JUEVES Ť 6 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť El cambio de clima y la sequía eximen al país de responsabilidad, asegura
Debe México demandar revisión del tratado sobre distribución de agua con EU: Cemda
Ť En caso de no existir cláusula para modificarlo, se puede pedir que concluya el acuerdo
ANGELICA ENCISO L.
Las condiciones de aridez del norte de México que se han acentuado en las últimas décadas y el cambio climático mundial, que agrava las sequías, son factores que no existían en 1944, cuando se firmó con Estados Unidos el Tratado de Distribución de Aguas Internacionales. Ahora, esto obligan a hacer una revisión del acuerdo, señaló Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
Consideró que México puede demandar una revisión del tratado y, de acuerdo con el derecho internacional, no está obligado a cumplir lo imposible. El gobierno "dejó de enviar agua a Estados Unidos porque no tiene, no porque no quiera hacerlo".
Según el convenio, México debe mandar anualmente 431 millones de metros cúbicos del río Bravo, pero la prolongada sequía registrada en la región la década pasada, hizo que se acumulara un adeudo de mil 263 millones de metros cúbicos tan sólo del periodo de 1992 a 1997, de los cuales este año se debían pagar 740 millones, pero sólo se ha logrado enviar 360 millones.
Ante estas dificultades lo conveniente es una revisión, pues es un tratado viejo y en casi 60 años las condiciones ambientales y de disponibilidad de agua han cambiado, además de que se especifica que las partes pueden determinar si queda sin efecto, explicó Alanís en entrevista.
"No es que México se niegue a dar agua, sino que no tiene los excedentes del líquido para hacerlo, por lo que hay un excluyente de responsabilidad. La escasez del líquido de este momento constituye una oportunidad para reformarlo. Se puede hacer un protocolo o utilizar otros instrumentos jurídicos para adecuarlo a la realidad", sostuvo el especialista.
Además es necesario hacer modificaciones por los problemas ambientales globales y porque la sequía es una cuestión que con el tiempo se agravará por los impactos del cambio climático.
Dijo que ante el incumplimiento no se puede sancionar, porque los Estados actúan de buena fe. El artículo 26 de la Convención de Viena establece que los tratados se deben cumplir de buena fe, y los gobiernos actúan en este sentido, abundó.
Agregó que en caso de no existir los excedentes suficientes para enviar agua a Estados Unidos, el país tendría que cumplir en el ciclo siguiente, pero no tiene disponibilidad del líquido. Además, se establece que son casos de excepción la sequía o cuando el sistema hidráulico no funcione adecuadamente.
Precisó que si el acuerdo no incluye una cláusula de revisión se propone la terminación y México puede decir que ya no quiere el tratado, pero lo inmediato es hacer una revisión por la situación ambiental de la frontera, y "no es justo quitar agua a actividades por cumplir con ese compromiso que puede modificarse".