JUEVES Ť 22 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Ambos países podrían conformar un sistema asiático de defensa antimisiles

Rusia y China pactan cooperación militar estratégica

Ť Prioridad de la política exterior, mantener el diálogo político "al máximo nivel": Putin

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 21 de febrero. Empujados por la tozudez de Estados Unidos, aferrado a la idea de sacar adelante su "escudo antimisiles", Rusia y China, que suman un potencial nuclear digno de tomarse en cuenta, convinieron hoy aquí estrechar su cooperación estratégica y aprobaron importantes proyectos conjuntos en materia militar hasta 2008, que serán suscritos durante la visita de Estado a efectuar por el líder chino, Jian Zeming, en julio próximo.

RUSSIA_NATODentro de una creciente afinidad en la percepción de cuestiones de seguridad nacional, que no se limita al rechazo a los planes estadunidenses de crear un sistema de defensa antimisiles propio, los detalles fueron discutidos en esta capital por Zhang Wannian, número dos en la jerarquía militar de China, quien fue recibido esta tarde por el presidente Vladimir Putin.

El titular del Kremlin, al aprovechar la presencia en Moscú del vicepresidente de la Comisión Central Militar del vecino país, afirmó que el mejoramiento de relaciones con China "sigue siendo una de las prioridades de la política exterior" de Rusia.

El contexto para dicho acercamiento, según expertos, no podía ser más propicio desde la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca, pues la actitud asumida por el presidente estadunidense hace que las coincidencias en la interpretación rusa y china de los puntos más relevantes de la agenda de seguridad internacional empiecen a traducirse en acuerdos concretos.

En busca de estos acuerdos, Zhang Wannian también se entrevistó con el primer ministro Mijail Kasianov, con quien habló de los aspectos económicos de los "intercambios técnicos y militares", fórmula que se usa aquí como sinónimo de la venta de armas rusas a otros países, así como con el subjefe del gobierno Ilia Klebanov, el ministro de Defensa Igor Sergueiev y otros altos funcionarios locales.

Rusia y China, que no aceptan el papel de potencia dominante que se atribuye Estados Unidos en el mundo, están listos para firmar un acuerdo que establecerá las bases de la nueva relación bilateral para los próximos años y definirá los ámbitos en que estos países vecinos se proponen aunar esfuerzos, según dijo el propio Putin.

Es este un gesto significativo por muchas razones, pero valdría la pena destacar sobre todo dos. En primer lugar, porque China, desde que emprendió sus actuales reformas económicas, no ha firmado un Acuerdo Marco con ningún país y, en segundo término, debido a que el antiguo Tratado de Amistad entre la URSS y China perdió vigencia a fines de los 70 y, desde entonces, Pekín había declinado tan amable como invariablemente la insistencia de Moscú de suscribir un documento de equiparable magnitud.

Por lo pronto, hay marcado interés en mantener el diálogo político al máximo nivel y, en lo que resta de año, el mandatario ruso se reunirá con su contraparte chino, Jian Zeming, por lo menos tres veces.

En las conversaciones que sostuvo en Moscú Zhang Wannian, según trascendidos extraoficiales, se habló de la posibilidad de que Rusia y China anuncien, ya durante el primer encuentro de los mandatarios en julio próximo, su intención de crear un sistema asiático de defensa antimisiles, como alternativa al "escudo" estadunidense en el flanco oriental, el cual sería una suerte de complemento a la oferta lanzada ayer por Rusia a la OTAN sobre un sistema europeo de similares características.

De un tiempo para acá, a pesar de que se ha manejado con el sigilo que corresponde, el tema ha congregado a expertos de ambos países con el fin de establecer los parámetros económicos y militares de dicho proyecto y, aparentemente, sólo queda por definir si se invitará a India, el tercer gigante asiático, para darle mayor relevancia política.

Coincidencia o no, Serguei Ivanov, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, recibió este mismo miércoles a una delegación de altos funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional de India.

Moscú y Pekín tampoco han querido ser muy explícitos en lo referente al capítulo del suministro de armamento ruso, una de las principales cuestiones que vino a tratar Zhang Wannian.

Sin embargo, se da por descontado que, en los próximos meses, China adquirirá no menos de 20 cazabombarderos SU-30MMK y, entre dos y cuatro, aviones A-50, detectores de radares a larga distancia, así como sofisticado equipo adicional para las tropas terrestres y la flota.

El vicepremier Ilia Klebanov, presidente de la parte rusa de la Comisión Mixta de Cooperación Técnica y Militar, que concluyó sus labores ayer, adelantó únicamente que se definieron los programas específicos para los próximos dos años, y se elaboraron ya los programas conceptuales hasta 2008.

Para Klebanov, "China es el socio número uno de Rusia en materia de cooperación técnica y militar", lo cual en lenguaje práctico significa que es el mayor comprador de armas rusas o que está muy cerca de serlo. Zhang Wannian, por su parte, se mostró satisfecho con los resultados de su visita: "Nuestra cooperación estratégica y la interacción de nuestros países avanzan exitosamente", dijo.