miercoles Ť 17 Ť enero Ť 2001

Arnoldo Kraus

Pobreza y educación

La semana previa los medios de comunicación se encargaron de recordarnos dos de nuestras tragedias: la pobreza, que ha alcanzado niveles inimaginables, y las complejísimas circunstancias por las que atraviesa la educación. Ambos fracasos son herencias del PRI. La devastación de ese partido nos libera parcialmente de su presencia, pero sus saldos y errores son cuentas por pagar. Pobreza y mala educación son enfermedades siempre vinculadas, cuyo nexo no es siempre nítido. La duda puede plantearse de dos formas: Ƒes la pobreza la responsable de una educación deficiente? o Ƒes la falta de conocimiento lo que genera pobreza?

En el entramado contemporáneo de nuestra nación, es probable que el orden de los factores no es que ya no afecte el producto, sino que las terribles mermas en ambas condiciones hacen que sea inútil dilucidar si la pobreza sepultó las metas de la educación o si lo inverso es lo cierto. En el primer mundo, en donde la enseñanza siempre ha representado un valor preponderante, la respuesta se expresa bien en un graffiti que leí en Canadá y que se atribuye a Derek Book: "Si piensas que la educación es cara, prueba la ignorancia". Esa idea es antagónica a lo que solemos vivir en el tercer mundo, en donde los teóricos de la izquierda explican que a los gobiernos les interesa que el conocimiento de las mayorías sea ínfimo, lo que aseguraba menor conciencia social y menor capacidad de protesta. El círculo teórico propuesto por la izquierda y aplicado por el PRI, por ríspido que sea, es vigente. El círculo real también es preocupante, pues parecería que los entrecruzamientos de las políticas del nuevo gobierno no son muy halagüeñas.

De acuerdo a una nota publicada en La Jornada (11 enero), "los recortes federales y estatales al subsidio, la desigualdad en el financiamiento, las presiones de los trabajadores para lograr aumentos salariales equiparables a los otorgados por planteles federales, la carencia de presupuestos para capacitación de docencia e infraestructura, y el uso político de las legislaturas estatales para el tratamiento económico a instituciones autónomas por ley, ha comenzado a provocar turbulencias e inquietudes en diversas universidades públicas del país". En ese mismo tinglado, Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, comentó que a pesar de que el presupuesto aumentó 16 por ciento --10 por ciento real si la inflación anual no sobrepasa el 6.5 por ciento anunciado-- será insuficiente para satisfacer todas las necesidades de la universidad.

Otros focos rojos provienen de los miembros del Observatorio Ciudadano de la Educación, quienes en su comunicado No. 47, después de analizar la propuesta del Ejecutivo federal para 2001, concluyen: "... hasta ahora es claro que el volumen de recursos asignados a la educación permanece prácticamente igual al destinado al final del sexenio precedente". Por último, sorprende que no se haya nombrado al nuevo director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y que, según diversas opiniones, ha paralizado algunas actividades del sector y generado un ambiente de incertidumbre e inconformidad en la comunidad científica.

A las notas anteriores habría que agregar otros rubros acerca de la calidad de la educación --conozco niños y niñas que al concluir la primaria leen con dificultad--, de la remuneración a los profesores --en las colonias "ricas" cualquier persona que surte gasolina gana más que un maestro--, de las condiciones físicas de las escuelas en zonas pobres, y de las diferencias en las oportunidades de trabajo para quienes provienen de universidades públicas o privadas. Finalmente, Ƒcómo educar a los niños y niñas que padecen desnutrición, que habitan por doquier, y que en algunos estados, como Oaxaca o Chiapas, es tan devastadora como la que se observa en Africa?

A nivel mundial, los expertos han señalado que una de las mejores vías para salir de la pobreza es educando. Si ya se desterró el fantasma del PRI, el argumento que sostenía que educar sería nocivo para la dictadura del partido ha perdido vigencia. Y si la historia ha demostrado que el atraso se sepulta por medio de la voz y las ideas, Ƒpor qué el gobierno foxista no incrementó mayormente el presupuesto para fortalecer la educación? La explicación de Francisco Gil Díaz, "México tiene la medalla de oro en pobreza", aunque cierta ni consuela ni basta, pero sí duele. Deberíamos reescribir aquel graffiti inscrito tras el terremoto de 1985 que decía: "basta de realidades, queremos promesas", por uno que diga: "basta de palabras, queremos realidades".