VIERNES 28 DE ABRIL DE 2000

* Estrenan en México su filme La última puerta


Polanski: el diablo está entre nosotros; por ejemplo, Milosevic

* El cineasta se basó en El club Dumas, novela de Pérez-Reverte

Mónica Mateos * ƑCómo es el diablo? Por supuesto, no tiene una larga cola ni cuernos de chivo. Tampoco huele a azufre ni es rojo y humeante, ni un lascivo ser al acecho de virginales cuerpos. Es, como su prístino nombre lo indica, Luciferio, llama incendiaria. Roman Polanski (París, 1933) parte de esa idea y en su película La novena puerta, que se estrena hoy en México como La última puerta, no se entretiene en cuestionar la existencia del demonio, sino en detallar los atributos de éste.

Basada en la novela de Arturo Pérez-Reverte, El club Dumas, la cinta es una mezcla de suspense sobrenatural y policiaco a partir de la pesquisa que debe hacer Dean Corso (Johnny Depp), un buscador de libros raros y antiguos que recorre varias ciudades europeas tras la pista del auténtico ejemplar de De umbrarum regni novem portis (La novena puerta del Reino de la Sombras), editado en 1666, en Venecia, por Aristide Torchia, quemado entonces en la hoguera porque contó con la ayuda de un singular personaje que firmó algunos grabados con sus iniciales: ''LCF".

 

Comercial sobre Satán

 

Polanski, de 66 años, vuelve al tema con el cual ha exorcizado sus propios fantasmas durante su polémica carrera de cineasta. Hijo de judíos, sobrevivió una infancia en el ghetto de Cracovia. Tenía cinco años cuando vio desde su escondite, en casa de unos campesinos polacos, cómo se llevaron a sus padres al campo de concentración de Auschwitz.

En 1969, apenas un año después de que dio a conocer su primer exitoso largometraje filmado en Estados Unidos, El bebé de Rosemary, su esposa, la actriz Sharon Tate, embarazada de ocho meses, fue brutalmente asesinada por fanáticos de un clan lidereado por Charles Manson.

Cada película de Polanski aplaudida en las salas cinematográficas ha sido acompañada, en ocasiones, por noticias como la expulsión del director de EU debido a una acusación por haber tenido relaciones sexuales con una niña en casa del actor Jack Nicholson, protagonista de su cinta Chinatown (1974).

Entre otras vicisitudes y amoríos escandalosos, recientemente el consejo de notables de la Universidad Jagiellona de Cracovia (Polonia), se opuso a concederle el doctorado honoris causa, propuesto por el rector de esa institución; aunque los notables reconocieron sus méritos como cineasta, no aceptaron que tan alta distinción se le diera a un hombre ''controvertido", cuya vida privada ''dejaba mucho que desear". (La Jornada, 21/4/00).

La última... llega a México acompañada por el silencio del realizador, que desde el estreno mundial de la cinta el pasado septiembre, en España, está ''tranquilito" en su casa de Ibiza, al lado de su esposa, la actriz Emmanuelle Seigner, y sus hijos Elvis y Morgana.

No obstante su afición por develar artificios satánicos, Polanski dice no creer en el demonio. Bueno, sí: ''El diablo está entre nosotros, no hay que buscarle muy lejos. Piense en Milosevic". En entrevista para el diario español El Mundo, dijo que también cree en las brujas: ''Sí, pero no en sus poderes, Ƒsabe? He conocido muchas a lo largo de mi vida. šNo se puede imaginar la cantidad de brujas que asisten a los cocteles!".

La señora Polanski, quien actuó en Luna amarga (1992), con sus recién cumplidos 30 años, es en La última puerta ''el mismísimo Lucifer, el diablo más atractivo. Ahora que lo pienso, creo que he rodado un anuncio publicitario de Satán, esta cinta šes un comercial sobre el diablo!", afirma el cineasta.