Ť Fernando Sariñana, director de Todo el poder


El exceso de notas rojas causa desinterés en combatir delitos

Ť Ojalá que tras ver la cinta la gente diga que está harta, expresa

Angel Vargas Ť ƑQuién se puede decir exento de "estar hasta la madre" de la violencia y la inseguridad que se vive en las grandes ciudades del país, especialmente en la smogpolis de la República?

A no ser de los propios criminales y delicuentes, que incluso llegan hasta a encubrirse como guardianes de la ley y el orden público, en todos los niveles, but of course, el número de conformes con la situación prevaleciente sería mínimo, por no decir una nonada.

En su película Todo el poder, Fernando Sariñana se vale de la ironía y del humor negro para narrar "los absurdos a los que llegan las autoridades respecto a la problemática de inseguridad y violencia que vivimos".

Aunque el principal propósito es entretener y divertir, según el director, la cinta estelarizada por Demián Bichir, Cecilia Suárez y Luis Felipe Tovar puede ser considerada como una denuncia a tal problemática y, quien lo quiera ver así, un llamado a despertar de la indiferencia ante esos hechos que al por mayor colman los espacios informativos.

Cuenta Sariñana que la idea partió no de tomar un tema tan en boga, sino de una molestia personal, pues hasta la fecha ha sido víctima de cuatro asaltos. Incluso, agrega, paradójicamente uno de ellos lo sufrió durante el rodaje del filme, cuando le robaron su camioneta.

"Que la película sea o no un llamado de conciencia depende mucho del público. Aunque sí hay una denuncia en ella, que es mostrar toda esa violencia que vivimos. La abordamos con tono irónico y presentamos los absurdos a los que llega la autoridad respecto a ella y a la inseguridad. Ese sería el mensaje de la película o, cuando menos, lo que quise establecer en ella. Pero cada quien lo tomará y tendrá una lectura diferente", explica el también productor.

ųPero la trama parece centrarse un tanto en el autoescarnio, el humor del mexicano cuando se sabe rebasado por las circunstancias.

ųNo lo veo así. No creo que sea un regodeo, porque finalmente es una denuncia y nos estamos riendo de los absurdos. Es un humor absurdo. No creo que esa cualidad del mexicano de reírse de las cosas esté mal, el problema es que no hagamos nada, que todo se nos quede en el humor. Es responsabilidad de cada quien lo que se haga o se deje de hacer respecto a este problema de la violencia.

ųEn ese sentido, Ƒconcebiste la película más allá del divertimento?

ųSí, no sólo trata de entretener. Como ciudadano no me quedo sólo en hacer esta denuncia en la película, sino trabajo todo el tiempo por no permitir estos abusos. Una de las cosas que dice la película es que los ciudadanos somos rehenes de la violencia y de los delitos, porque de quienes provienen están organizados, mientras que nosotros no, y si nos organizamos no es de forma eficiente. Es decir, si hubiera una asociación ciudadana realmente poderosa, que cada vez que uno presentara una denuncia le diera seguimiento y ejerciera presión para llegar a su resolución, me cae que sería otra cosa.

ųTratar el tema con humor, Ƒle resta el grado de importancia y tragedia que lo envuelve?

ųCreo que por el contrario, pues la gran cantidad de notas rojas que aparecen en los medios de comunicación provoca que la gente ya no repare en este tipo de problemas, que no los vea. Eso sí les resta tragedia y seriedad. De repente uno ve crímenes 80 veces y por lo mismo dejan de interesar. Creo que rescatar y traer este tipo de problemas a una película es importante, sobre todo si ésta tiene la cantidad de público que nosotros esperamos.

"Nuestra idea fue retomar el tema y hacerlo desde la posición de un cuate que decide poner la justicia de su lado. Claro que no se trata de hacer un llamado a que cada quien tome la justicia por su propia cuenta. No puedo decir que se trata de un llamado de conciencia, pues no quiero ser tan pretensioso. Ante todo, se trata de una película muy fresca y muy divertida. Claro que como autor me encantaría que a partir de la película la gente dijera 'estamos hartos de esto'. Ojalá todo mundo esté harto y hago algo."

Tres detalles del filme Todo el poder, en el que Sariñana narra "los absurdos a los que llegan las autoridades respecto a la problemática de inseguridad y violencia que vivimos"


El sueño de convertirse en héroe

Angel Vargas Ť La trama de Todo el poder se sustenta un tanto en la consumación de un sueño: convertirse en héroe.

Interesado de por sí en el tema de la violencia ųde la cual incluso prepara un documentalų, y luego de ser víctima de varios hechos delictivos, Gabriel (Demián Bichir) decide ir a la caza de los malhechores que le robaron una camioneta propiedad de su ex mujer.

Con la ayuda del nuevo amor que representa Sofía (Cecilia Suárez), logra recuperar el vehículo, pero no se siente satisfecho al percatarse de la indiferencia del comandante Quijano (Luis Felipe Tovar) por desmembrar una importante banda de delincuentes, no obstante que posee todas las evidencias para hacerlo.

Es por ello que el videoasta toma el papel de paladín de la justicia y, valiéndose de su empecinamiento y una cámara de video, logra poner fin al grupo delictivo, encabezado por autoridades policiacas, una de ellas de alto rango.

Comedia divertida que sin duda será del gusto del público mayoritario, Todo el poder fue rodada en casi siete semanas, con un costo de un millón y medio de dólares, y será estrenada el 20 de enero en 350 salas del país. El resto del elenco lo integran Carmen Salinas, Claudia Lobo. Diego Lobo, Ximena Sariñana, Rodrigo Murray y Juan Carlos Colombo.

Sobresale la vistosa campaña de promoción que de ella hacen Altavista Films y Nu Visión, pues, amén de las 250 copias que serán distribuidas ųhecho sin precedente para las producciones nacionalesų, no se escatiman recursos para "darle la oportunidad a la película de que sea vista". En toda la República se pueden apreciar ya los espectaculares con el logotipo diseñado por Trino, así como las inserciones en medios impresos.

El proyecto incluye también situar en los primeros planos el soundtrack de la cinta (Virgin), con música de los jóvenes rockeros nacionales de El gran silencio, Plastilina Mosh, Titán, Azul Violeta, Liquits, Ozomatli y Julio Revueltas, así como del franco-español Manú Chao. El tema que comienza a escucharse con insistencia es La tómbola, aquél que hace lustros popularizara Mona Bell y que ahora revive en voz de Johnny Laboriel.