La Jornada lunes 27 de diciembre de 1999

Iván Restrepo
Bromuro de metileno: Ƒhasta cuándo?

No falta quien sostenga que cuando el gobierno no desea solucionar un asunto, crea un comité. Eso precisamente afirman algunos grupos ecologistas sobre la Unidad de Protección de Ozono (UPO) del Instituto Nacional de Ecología (INE), punto de contacto oficial de México con el Protocolo de Montreal sobre las sustancias que destruyen la capa de ozono. Su misión es apoyar la rápida eliminación de esas sustancias. Sin embargo, no ha estado a la altura de ese mandato. Si comparamos lo que ha hecho dicha unidad con lo realizado por otros países de América Latina, se evidencia su falta de liderazgo para diseñar un plan nacional que permita la rápida eliminación del bromuro de metilo en sus usos agrícolas, veamos:

Colombia eliminó el bromuro de metilo en el cultivo de flores, actividad donde sobresale a nivel mundial. Brasil, después de México, el mayor consumidor de este fumigante en América Latina, y se dispone a eliminarlo donde más lo usa: en el cultivo de tabaco. Para ello logró el consenso de todos los involucrados en el asunto. Cuba cuenta ya con un proyecto de inversión para eliminarlo en su sector tabacalero. Argentina lo eliminará de la agricultura en el 2007, y no hasta el 2015, la fecha límite acordada en el Protocolo de Montreal para los países en desarrollo.

En contraste, la UPO del INE no cuenta con un plan nacional para eliminar dicha sustancia ni tiene una campaña de información sobre los problemas ambientales que ocasiona ni ha presentado proyectos de inversión al Fondo del Protocolo de Montreal para eliminar el bromuro. Sólo gestionó proyectos demostrativos de alternativas, en pequeña escala, para los cultivos de fresa, tomate, flores y tabaco. Seleccionó los proyectos sin concurso público y reglas claras; sin consulta amplia e ignorando la experiencia de agricultores, que ya eliminaron el bromuro de metilo; sin apoyarse en instituciones --como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (Inifap) o el Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas--, que tienen alternativas a este destructor de la capa de ozono.

Pero además, según la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM), la UPO del INE sobrestimó en más de 4 mil toneladas el consumo nacional de bromuro de metilo reportadas al Secretariado del Protocolo de Montreal durante el periodo 1995-1998. Sus cifras no son consistentes con las cantidades menores reportadas por la Secretaría de Comercio ni con lo que registra Aduanas. Como dicho promedio fijará las futuras cuotas de importación de este fumigante a partir del año 2002, de acuerdo con los compromisos adquiridos ante el Protocolo de Montreal, RAPAM urgió al INE a corregir esta situación. No lo ha hecho. Mientras, se creó un grupo de trabajo en la Comisión Intersecretarial para el Control de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (Cicoplafest) para dar seguimiento a los compromisos de México ante el protocolo en el caso de bromuro de metilo. Ojalá aquí tomen en serio su responsabilidad.

En el caso de otras sustancias destructoras de la capa de ozono, el balance también es negativo para la UPO. Según Greenpeace, dicha dependencia bloquea los esfuerzos de empresas mexicanas y de la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) por apoyar proyectos de inversión en refrigeración y aire acondicionado que usen gases hidrocarburos que no destruyen la capa de ozono, en vez de los nocivos CFC (clorofluorocarbonos), HCFC (hidroclorofluorocarbonos) y HFC (hidrofluorocarbonos). Los intereses estadunidenses de la General Electric y Whirpool en la industria de la refrigeración en México son muy fuertes, pues gran parte de la producción se exporta a Estados Unidos, donde las corporaciones como Dupont han logrado que los HCFC se impongan como alternativas a los CFC. La tecnología de hidrocarburos es libre de patentes y se usa ya en Europa. También de manera creciente en China, primer productor mundial de refrigeradores domésticos; o Cuba, que acaba de abrir una planta de producción industrial de hidrocarburos para su uso masivo en refrigeración doméstica y planea expandirlo a nivel industrial.

La Unidad de Protección del Ozono del INE hizo parte de la delegación mexicana a la reunión del Protocolo de Montreal, celebrada en Pekín hace un mes y de cuyos pobrísimos resultados dimos cuenta el lunes pasado. La UPO confirmó allí la falta de liderazgo de México para apoyar la rápida eliminacion de las sustancias que destruyen la capa de ozono. La voz cantante la llevaron India y Brasil, que tuvieron un activo papel como voceros del Grupo de los 77. Tan mal andamos, que como parte de la delegación mexicana, y en calidad de "asesor", iba un técnico agrícola que trabaja para la Unión de Agricultores de la Costa Azul, en Baja California, que representa, sobre todo, a las empresas agrícolas de fresa. Estas son grandes consumidoras de bromuro de metilo por la influencia de la empresa estadunidense TriCal, principal distribuidora de ese compuesto en California y México, y parte del grupo de cabildeo ligado a las empresas productoras de este fumigante en Estados Unidos. Con esos aliados... cuándo.