José Antonio Rojas Nieto
El mercado petrolero en el año 2000
El precio promedio que el petróleo registrará este año de 1999 en el mercado mundial será de 16.50 dólares por barril, para el caso del crudo marcador de referencia West Texas Intermediate (WTI Cushing). Se trata de un hecho excepcional si consideramos que justamente en enero pasado, este crudo que se comercializa en el mercado spot del sur de Estados Unidos registró precios apenas superiores a los 9 dólares por barril, y que hace unos días su cotización casi alcanzó los 24 dólares. ƑCómo puede ser, entonces, que en poco más de 300 días se haya registrado un ascenso prácticamente continuo que acumuló 15 dólares?
La respuesta no es simple, a pesar de que sea posible, ya, hablar de tres hechos que han actuado para restablecer un mayor equilibrio petrolero en el mundo, que, sobre todo, la severa caída del consumo en Asia y en el Lejano Oriente empezó a socavar: 1) señales inequívocas de un importante fortalecimiento de la demanda mundial de petróleo; 2) claro debilitamiento de los inventarios del energético; 3) fortalecimiento de la oferta por el mayor control de la producción, básicamente por los acuerdos entre Arabia Saudita, México y Venezuela.
El primer acontecimiento que es preciso observar es la recuperación ųsignificativa e importanteų de la demanda mundial de crudo. En 1996 el incremento anual de ésta casi alcanzó el millón y medio de barriles; en 1997 fue de un millón 700 mil bariles; en 1998 de apenas poco más de medio millón; en 1999 superó ligeramente el millón de barriles, y para este el 2000 se espera un consumo promedio superior a un millón y medio o más de barriles de crudo al día respecto a 1999. En buen romance y fuera de números, esto representa una importante recuperación de la demanda. Pero, además, dada la importante disminución de los inventarios a la que se ha llegado en los meses de noviembre y diciembre, es altamente probable que los días de inventarios disponibles para el año 2003 en los tres mercados más importantes de los países desarrollados de la OCDE sea de no más de 54 días, luego de que en 1998 y 1999 fue de 59, y después de un máximo reciente de 63 días, registrado en 1992.
Finalmente, hay que decir que se vive un significativo fortalecimeinto de la oferta, merced a la coordinación de esfuerzos impulsada por Arabia Saudita, México y Venezuela, que se refuerza por una nueva actuación de los saudiárabes en el mercado petrolero ųrelativamente más consistente, más sólida y más solidaria con los otros productoresų por una posición aún más proclive al los acuerdos de la OPEP por parte del gobierno venezolano y, sin duda, por la continuidad de la política del gobierno de México para buscar lo que los funcionarios caracterizan como el nuevo equilibrio del mercado petrolero, que supone, entre otras cosas, un precio no inferior a 20 dólares por barril para el caso del crudo de referencia WTI.
En este marco de fortalecimiento de los productores, no hay que olvidar el papel de Irak, que en estos momentos renegocia con las Naciones Unidad su acuerdo de exportaciones para alimentos (OFP, por su siglas en inglés: Oil for Food Program), que seguramente implicará un mayor volumen de exportaciones por parte de este país, pero con menores efectos en el precio, precisamente por el mayor incremento de la demanda y la mayor coordinación de productores.
A riesgo de ser repetitivo, es necesario decir que todo hace pensar que en el año 2000 el precio internacional del crudo no será inferior al promedio de 1999 (16.50 para el WTI Cushing, y 15.73 para la mezcla mexicana de exportación), sino que se pueden esperar precios superiores hasta en tres o cuatro dólares, siempre y cuando estas condiciones de carácter más estructural (recuperación de demanda, baja de inventarios y estabilidad de la oferta) subsistan.
Por ello, es posible pensar que en México en el año 2000 se supere el ingreso por petróleo logrado en 1999: casi 9 mil millones de dólares como resultado de un millón 550 mil barriles de exportaciones al día a un precio promedio de 15.73 dólares por barril, es decir, se puede hablar no sólo de los 9 mil 360 que presupuesta el gobierno con un precio medio de 16.50 y el mismo volumen de 1999 (siempre y cuando no participe en el incremento de la demanda del año 2000), sino de un poco más. Esto no significa, necesariamente, que en el Presupuesto de Egresos se deba asumir un precio promedio de 19.50 dólares por barril. Pero sí que se debe clarificar y establecer desde antes qué se hará con los impuestos que se derivan de los 567 millones de dólares que cada dólar de incremento en el precio presupuestado le representa a Pemex. Pero también, sin duda, qué se deberá recortar en el caso contrario.
Al respecto, por cierto, muchas veces da la impresión de que en la discusión parlamentaria aún no se aprende a presentar escenarios alternativos que permitan actuar con nitidez en caso de no concretarse las expectativas en las que se fundamenta un presupuesto. ƑCuál es el problema de señalar, desde ahora, las alternativas a seguir si el precio es mayor o menor al presupuestado? Parece que ninguno, pero...