Ť Están habilitados para sufragar hoy 107 millones de electores


El Partido Comunista, favorito en las elecciones legislativas en Rusia

Ť También hay comicios para alcalde de Moscú y gobernadores de varias regiones de la federación

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 18 de diciembre Ť La prensa y medios electrónicos rusos se ajustaron a la ley establecida de suspender toda propaganda electoral hasta que, este domingo, cierre la última casilla y la Comisión Central Electoral proporcione los primeros resultados preliminares de los comicios legislativos.

La pausa durará poco, pues los distintos canales de televisión anuncian programas especiales bajo el nombre genérico de La noche después, en que --dependiendo de los intereses detrás de cada canal-- expertos y comentaristas de nuevo cubrirán de lodo a sus oponentes políticos, ya sea al festinar victorias o al justificar fracasos.

Se espera que no menos de 60 por ciento de los rusos --de un total de 107 millones con derecho a voto-- acudirán a las urnas, incluidos los residentes en el extranjero.

La diáspora de Rusia comprende a cerca de 17 millones, afincados en su abrumadora mayoría en las ex repúblicas soviéticas, cuyos votos pueden influir en la composición de la nueva Duma, Cámara baja del Parlamento ruso, cuya totalidad de 450 escaños será renovada este domingo, la mitad por representación proporcional y la otra por votación directa, bajo la atenta mirada de más de mil observadores extranjeros.

soldados Los sondeos de intención de voto, sin excepción, dan como favorito al Partido Comunista, y anticipan que entre cinco y siete coaliciones rebasarán 5 por ciento de los votos que les permitirá acceder a la distribución de los escaños plurinominales.

Ello conviene a los intereses del Kremlin, que hizo hasta lo imposible por evitar el triunfo de la alianza opositora Patria Toda Rusia, del ex primer ministro Evgueni Primakov y el alcalde moscovita Yuri Luzhkov, y por dispersar el voto entre el mayor número posible de contendientes.

Por ironías del destino, la probable victoria del Partido Comunista se dará dos días antes del 120 aniversario del natalicio de José Stalin, sin que su nieto, Evgueni Dzugashvili, logre una diputación como número tres de la lista de partido de la coalición Bloque Estalinista por la Unión Soviética, que seguramente recibirá un porcentaje insignificante de votos.

Beneficiado del voto de castigo y de las maniobras del propio Kremlin, el triunfo del Partido Comunista tampoco significará una voluntad mayoritaria a favor de un retorno al pasado.

Hace tiempo que ello dejó de ser meta de los comunistas y es lo que explica los desprendimientos de los grupos más radicales como el Bloque Estalinista y el Movimiento de Apoyo al Ejército, entre otros.

El Partido Comunista se pronuncia contra el capitalismo oligárquico y criminal imperante en la Rusia de Yeltsin y propugna, por así llamarlo, un capitalismo con rostro humano, en el que sin abandonar la economía de mercado se dé prioridad a la atención de las necesidades sociales de la población, una tercera parte de la cual subsis- te por debajo del nivel de indigencia.

Pero los comunistas no han sido capaces de asumir el papel de principal fuerza de oposición, en la dimensión que les correspondería, pues no han logrado formular un programa alternativo de gobierno que rebase los límites de su electorado tradicional, entre 20 y 25 por ciento, y esto se debe a que dentro del partido coexisten al menos tres corrientes.

Intereses coyunturales han hecho que no se separe aún la corriente moderada del líder del partido, Guennadi Ziuganov, que abandera la propuesta nacional patriótica, la línea dura de Valentín Kuptsov, y la tendencia reformista, personificada por Guennadi Selezniov, el presidente saliente de la Duma, que propugna posiciones claramente socialdemócratas.

De su lado, la élite gobernante, si bien representada en clanes enfrentados, ofrece al elector opciones que en el fondo no se diferencian mucho, como son Patria Toda Rusia y la pro gubernamental Unidad.

Ambas son coaliciones, surgidas recientemente con estructuras organizacionales y apoyos financieros similares. Sin embargo, carecen de verdaderos programas de partido, más allá de que Patria Toda Rusia critica al Kremlin y Unidad lo apoya.

La campaña electoral ha estado marcada por un choque de estrategias de medios, más que de ideas o propuestas. Aquí se vota no de acuerdo con programas electorales concretos, que existen pero nadie conoce, sino en función del criterio personal de simpatía o rechazo a los tres primeros nombres de las listas de partido, criterio que los medios se encargan de moldear.

Así el dirigente de Unidad, Serguei Shoigu, es presentado como un hombre joven que acude siempre en ayuda de los necesitados, ciertamente en función de su cargo de ministro de Protección Civil, y que además cuenta con el abierto respaldo del primer ministro Vladimir Putin, quien goza de un nivel de popularidad sin precedentes gracias a la guerra contra Chechenia.

La imagen, impuesta por los medios, que no supo contrarrestar Patria Toda Rusia, personalizada en sus dos figuras principales, es la de un hombre de 70 años relativamente enfermo, Evgueni Primakov, y la de un alcalde, Yuri Luzhkov, sumido en acusaciones de corrupción.

A pesar de que se presentan 26 partidos y coaliciones, la oferta electoral se reduce a unos cuantos grupos más: la coalición liberal Yabloko, con clientela fija en grandes centros urbanos como Moscú y San Petersburgo, encabezada por Grigori Yavlinski, y como número dos el ex primer ministro Serguei Stepashin; la emergente Unión de Fuerzas de Derecha, del también ex primer ministro Serguei Kiriyenko, que aglutina a los llamados jóvenes reformistas y cuyo discurso favorable al capitalismo de tipo occidental gusta a las nuevas generaciones, y el bloque de Vladimir Zhirinovski, cuyo encendido tono nacionalista atrae a muchos descontentos.

Hay una coalición Mujeres de Rusia, que ronda 5 por ciento del voto, y otra que se denomina Partido Ruso de Defensa de las Mujeres, así como el Partido de los Jubilados, el Partido por la Paz y la Unidad, un Movimiento por la Dignidad Civil y (además del Movimiento de Apoyo al Ejército y el Bloque Estalinista por la Unión Soviética) los radicales de izquierda podrán votar por la coalición de Comunistas y Trabajadores por la Unión Soviética.

Este domingo se celebrarán también elecciones para alcalde en Moscú y para gobernador en varias regiones.