n Habrían cambiado los objetivos del operativo
Alarma en Europa; desplazados, cien mil albaneses de Kosovo
Ap, Reuters, Dpa y Afp, Belgrado, martes 30 de marzo n Unos 100 mil albaneses de Kosovo habrían llegado hasta este lunes a Albania, mientras las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzaron a dirigir sus ataques aéreos contra las fuerzas yugoslavas, a las que consideran responsables de una campaña de limpieza étnica en la provincia serbia de Kosovo. Pero Rusia aseguró que los bombardeos, comenzados el pasado día 24, dejaron ya mil muertos, y subrayó que el número de víctimas civiles es diez veces mayor que el de militares.
El secretario general de la alianza, Javier Solana, se mostró dispuesto a coordinarse con las organizaciones humanitarias tras mantener entrevistas con la comisaria encargada de la ayuda, Emma Bonino, y conversar telefónicamente con Sagato Ogata, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados, con la finalidad de contener una catástrofe.
Europa, alarmada por el flujo de refugiados, comienza a tomar medidas para ayudar a las personas desplazadas con el envío de asistencia humanitaria; tal es el caso de Italia y Alemania, así como de Canadá.
A seis días de haber comenzado los ataques aéreos contra Yugoslavia, los objetivos del operativo parecían haber cambiado, dado que la alianza declaró inicial- mente que la operación Fuerza Determinada fue lanzada tras la negativa de Belgrado de aceptar el despliegue en su territorio de 28 mil efectivos para garantizar el acuerdo político.
El Grupo de Contacto (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia) hizo una propuesta que en el plano político preveía mayor autonomía para la provincia serbia de Kosovo, cuya población es mayoritariamente de origen albanés, durante un periodo de tres años, al término del cual se definiría el estatuto de ese enclave de once mil kilómetros de superficie. La iniciativa fue aceptada en principio por Yugoslavia y por la delegación kosovense, que representaba a la población de origen albanés. Esta firmó el documento, pero Belgrado se negó a hacerlo alegando que el texto suscrito por los kosovenses era diferente al pactado, y colocaba a los serbios y otras minorías como ciudadanos de segunda clase.
No obstante, en los últimos dos días la OTAN ha insistido en que los bombardeos continuarán hasta lograr el objetivo de que el gobierno yugoslavo detenga la limpieza étnica, como lo ha declarado Solana.
El general de la fuerza aérea británica y responsable militar de la OTAN, David Welby, afirmó este lunes que las fuerzas paramilitares, militares y de la policía serbia se dedican a operaciones de limpieza étnica en Pristina y otras ciudades de Kosovo. Señaló que las fuerzas serbias prendieron fuego anoche a nueve pueblos y dieron un ultimátum a todos los albano-kosovenses para abandonar la ciudad de Pec a más tardar el lunes, so pena de ser masacrados.
Según la OTAN, todos los hombres fueron trasladados desde el domingo con destino desconocido, lo que hace pensar en que los serbios podrían realizar ejecuciones masivas.
Welby aseguró que las fuerzas paramilitares entran en las ciudades para aterrorizar a la población, seguidas del ejército y la policía especial; mientras, en Londres el canciller británico, Robin Cook, sostuvo que 20 profesores fueron asesinados en la localidad kosovense de Goden.
El éxodo, por los bombardeos: Belgrado
La OTAN señaló que los kosovenses huyen de la violencia desatada por las tropas serbias, pero los ataques aéreos de la alianza estarían causando el temor entre la población. "De Kosovo están huyendo todos, ya que quieren salvarse del genocidio que efectúa la OTAN con sus bombas", aseguraron las autoridades yugoslavas.
Añadieron que los serbios, los goranies y los gitanos, que no tienen otra patria, se quedan y representan la prueba de que el "ejército fascista de la OTAN" lucha solamente en contra del pueblo, de los serbios, a lo que diplomáticos de la organización respondieron que el éxodo de refugiados no es consecuencia de los bombardeos sino de las decisiones del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
Como sea, el portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Andrea Angeli, indicó que unos 70 mil kosovenses llegaron al noroeste de Albania desde el sábado y el éxodo continúa; mientras, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo en Ginebra que según estimaciones 30 mil kosovenses llegaron a la región de Kukes, en el norte de Albania.
El gobierno de Montenegro (que junto con Serbia integra Yugoslavia) indicó que desde el fin de semana unos 10 mil refugiados llegaron procedentes de la región de Pec y se sumaron a los más de 20 mil que ya se encuentran en esa república desde el comienzo de los bombardeos, en tanto que entre 15 mil y 20 mil refugiados se encuentran en camino a Macedonia.
Un equipo del ACNUR fue destacado en Macedonia y Albania y otros colegas en Croacia y Bosnia para reforzar la ayuda humanitaria, pero el ejército yugoslavo cerró hoy los tres puestos fronterizos por donde entraban a Albania, constató el vocero de la OSCE, aunque más tarde fueron reabiertos.
En París, el presidente francés, Jacques Chirac, responsabilizó a Milosevic y a su gobierno de más de 200 mil muertes y millones de desplazados, y advirtió que Europa no puede aceptar a un hombre y un régimen que ha perpetrado acciones de limpieza étnica, asesinatos y masacres durante casi diez años en las ex repúblicas yugoslavas de Eslovenia, Croacia, Bosnia y ahora la provincia serbia de Kosovo.
A su vez, el jefe de gobierno italiano, Massimo DƀAlema, hizo a Belgrado un llamado a la razón para cesar la espiral de la violencia en Yugoslavia.
En marcha la segunda fase
Al entrar en acción el domingo la segunda fase de la operación Fuerza Determinada de la OTAN, las actividades se concentraron este lunes contra las fuerzas que presuntamente reprimen Kosovo, militares, paramilitares y la policía especial, y "los ataques han sido efectivos", dijo el general Welby, quien también confirmó las informaciones del asesinato de cinco personalidades albano-kosovenses durante el fin de semana, entre ellos Fehmi Agani, el principal consejero del dirigente de los kosovenses moderados, Ibrahim Rugova, quien también habría sido ejecutado el domingo, así como Baton Haxhiu, redactor en jefe de Koha Ditore, principal diario de Kosovo, pero las autoridades serbias dijeron que no tienen indicio alguno de ninguna muerte.
También, la televisión estatal serbia señaló que 13 rebeldes del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) fueron muertos por el ejército yugoslavo la noche del domingo, cuando intentaban ingresar a Albania.
Los aviones A-10 destructores de tanques también continuaron atacando las defensas antiaéreas y destruyeron una instalación de radar conectada a una plataforma de misiles antiaéreos, y dispararon contra aviones pesados en tierra, inutilizando dos de ellos.
Los aliados seguían atacando la madrugada del martes con proyectiles contra Pristina, y alcanzaron un cuartel del ejército, pero no se dieron más detalles.
Los bombardeos de la noche del domingo causaron la destrucción del cuartel general de la policía especial serbia en Pristina, la capital de Kosovo, mientras que el aeropuerto civil de Belgrado sufrió importantes daños durante los bombardeos, que causaron varios heridos el domingo.
El ministro húngaro de Defensa, Janos Szabó, informó en Budapest que la OTAN concentró sus tropas terrestres en Macedonia y podría comenzar un asalto a Yugoslavia desde allí.
La OTAN dio a conocer que desde el inicio de las acciones fueron destruidos seis Mig-29 yugoslavos, y reconoció haber perdido el sábado un cazabombardero estadunidense --que Yugoslavia asegura haber derribado--, pero dijo que pudo salvar a su piloto; sin embargo, el comandante general yugoslavo Spasoje Smiljanic, aseguró que un total de siete aviones de la OTAN, además de tres helicópteros, más 30 misiles de crucero y tres aviones sin piloto fueron derribados por la fuerzas antiaéreas.
Asimismo, el ministro ruso de Defensa, Igor Sergeiev, sostuvo que los bombardeos han dejado hasta ahora un millar de muertos entre la población civil de Yugoslavia, y estimó que el número de víctimas civiles es diez veces mayor que el de militares.
Este lunes, otro avión de la OTAN habría caído cerca de Pale, en Bosnia, de acuerdo con la policía yugoslava, mientras que otro aparato habría sido destruido el domingo, en Montenegro, lo cual fue negado por la alianza.
Estados Unidos reforzará el dispositivo aéreo involucrado en los ataques de la OTAN desplegando 20 aviones más en Europa, entre ellos cinco bombarderos estratégicos B-1 de amplio radio de acción, así como cinco aviones de guerra electrónica EA-6B.
Yugoslavia, dispuesta a negociar
El viceministro yugoslavo, Vuk Draskovic, reiteró que Belgrado está dispuesta a negociar si la OTAN detiene los ataques aéreos, a pesar de lo cual un responsable de la alianza aseguró que ésta no contempla la posibilidad de negociaciones con Yugoslavia mientras la represión y los asesinatos continúen en Kosovo.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, conversó este día por teléfono con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, y el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, sobre la nueva fase de los ataques de la OTAN, y la visita a Belgrado del primer ministro ruso, Evguenny Primakov, prevista para este martes.
El portavoz de la Casa Blanca, David Leavy, mencionó que los tres dirigentes coincidieron en la necesidad de que continúen los ataques ante la brutalidad de Milosevic y las atrocidades perpetradas por las fuerzas serbias contra los kosovenses.
También estuvieron de acuerdo en la importancia de que Primakov diga al presidente yugoslavo que no tiene más elección que la paz o enfrentar ataques que degradarán su capacidad militar.
Mientras tanto, unos 5 mil yugoslavos asistieron este lunes al segundo concierto anti-OTAN organizado en Belgrado, pese a la alerta aérea en vigor y el ruido de los aviones no identificables que sobrevolaron la ciudad durante casi una hora.
Los manifestantes llevaban pancartas contra el presidente estadunidense y la alianza: "Clinton y la OTAN quémense en el infierno", decían, mientras un niño serbio portaba otro cartelón que rezaba "déjennos crecer".