n Cuánto tiempo será presidente, primera discordia en el Parlamento paraguayo
La oposición también está en el gobierno, asegura González Macchi
n Pide lograr "acuerdos claros" n Asilo político a Cubas y Oviedo otorgan Brasil y Argentina
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Asunción, 29 de marzo n La cuestión sobre el tiempo que debe durar el mandato del nuevo presidente de Paraguay, Luis González Macchi, se convirtió hoy en el primer tema de discordia al seno del frente parlamentario que acorraló al ex presidente Raúl Cubas.
Asunción, en tanto, retomó este lunes su actividad normal tras amanecer con la resaca de una fiesta que continuó hasta entrada la madrugada, con millares de personas concentradas en la plaza central de la ciudad, celebrando la renuncia de Cubas al ritmo de arpas y entre discursos de esperanza y reconciliación.
González Macchi aseguró esta madrugada que su programa de gobierno será elaborado y ejecutado bajo la responsabilidad de todos los partidos políticos del país. "En este momento no hay ningún opositor. La oposición, desde mi punto de vista, está en el gobierno también", dijo el abogado de 52 años en su primera rueda de prensa tras asumir anoche en la sede del Congreso.
"En estos cuatro años tenemos que construir el camino, con acuerdos claros a nivel económico y social, para transitar por ellos hasta el 2003", agregó González Macchi, quien integra el sector disidente del Partido Colorado, que lideraba el asesinado vicepresidente Luis María Argaña, enemigo declarado de Cubas y del padrino político de éste, el ex general Lino Oviedo.
Por lo pronto, la noche de este lunes se conoció que los colorados tendrán seis carteras y los dos principales partidos de oposición cuatro. Pero el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que obtendrfía tres importantes carteras, se inclina por convocar a elecciones "lo antes posible".
El flamante mandatario, conocido sobre todo por haber integrado la selección nacional de basquetbol en la década de los años 70 y por ser hijo de un ministro de la dictadura de Alfredo Stroessner en esa época, era el tercero en la línea sucesoria en tanto que presidente del Senado.
La Carta Magna paraguaya prevé además que en caso de desaparición del vicepresidente se debe llamar a comicios en un lapso de seis meses para remplazarlo, pero nada dice sobre la obligación de llamar a comicios para la presidencia, ya que no prevé una acefalía simultánea en las dos principales funciones del Estado.
Así, Paraguay podría encontrarse con un vicepresidente electo para tal cargo y con un presidente en funciones por una circunstancia especial.
Para el PLRA, primera fuerza de oposición, "no es constitucional" que González Macchi prolongue su estadía en el poder, y considera que para evitar el gasto de dos comicios, habría que convocar a elecciones para presidente y vice, al mismo tiempo. "Es fundamental que desde el primer momento Paraguay tenga un gobierno legitimado por elecciones transparentes", dijo el senador liberal Armando Vicente Espínola.
El socialdemócrata Partido Encuentro Nacional, segunda fuerza de oposición, considera en cambio "que el pueblo no merece una nueva contienda electoral sangrienta". Ese partido obtuvo hoy la cartera de Industria y Comercio, que ocupará Guillermo Caballero Vargas.
El presidente del Colegio de Abogados, Manuel Riera, consideró que "por razones prácticas y de lógica jurídica, habría que llamar a elecciones de presidente y vicepresidente al mismo tiempo", mientras que el analista Tomás Palau opinó que "si no se convoca a elecciones se ratifica la hipótesis de que esto que aconteció ayer fue un golpe de Estado de cúpula bastante bien disimulado".
Entre tanto, observadores locales citados por las agencias de prensa extranjeras consideraron que la división del Partido Colorado, en el poder desde hace 52 años, 42 de ellos respaldando la dictadura de Stroessner, se profundizó con la crisis desencadenada con el asesinato de Argaña y que culminó con la renuncia de Cubas. Sin embargo, también suponen que la división entre argañistas y oviedistas podría soldarse de nuevo por los intereses que se basan en la numerosa clientela política que resultan los 200 mil burócratas.
Reuters, Afp y Dpa, Asunción, 29 de marzo n Los dos hombres considerados culpables de la crisis que estremeció a Paraguay en la última semana quedaron hoy libres al obtener asilo político, el ex general Lino Oviedo en Argentina y su ahijado, y ex presidente Raúl Cubas en Brasil, pero la justicia paraguaya comenzó procesos contra varios de sus aliados que se quedaron en esta capital.
En el ámbito internacional, Estados Unidos saludó la transición presidencial paraguaya al destacar que la misma fue "constitucional, pacífica y masivamente respal- dada por el pueblo", mientras que los países latinoamericanos reconocieron a Luis González Macchi como nuevo mandatario del país sudamericano, y la Organización de Estados Americanos consideró que Paraguay "se encamina actualmente hacia la normalización constitucional".
Oviedo, quien lideró la frustrada rebelión de abril de 1996 contra el gobierno del entonces presidente Juan Carlos Wasmosy, había quedado retenido anoche en Buenos Aires al llegar en un vuelo privado sin la documentación correspondiente.
Pero el gobierno de Carlos Menem reaccionó con rapidez y le otorgó asilo político. "Oviedo está asilado en Argentina y no puede haber más pedidos de extradición ni detenciones", dijo uno de los abogados del ex jefe del ejército paraguayo, Pedro Bianchi, quien también ha sido defensor del ex jerarca nazi Erich Priebke y del ex dictador agentino Emilio Massera.
Cubas se había visto obligado a detener el miércoles pasado a Oviedo tras la crisis generada por el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, pero al ver que el juicio político en su contra se aceleraba en el Congreso, liberó al ex militar pocas horas antes de presentar su renuncia. Gracias a ese gesto, Oviedo, quien tiene pendiente una pena de 10 años de cárcel por su intentona golpista, logró escapar junto a su esposa y sus tres hijos en una avioneta particular rumbo a Argentina.
Tras difundirse la noticia del asilo a Oviedo, varios residentes paraguayos en Argentina se manifestaron en contra de la medida, al igual que la Alianza opositora, que repudió la decisión por considerarla "una absoluta falta de solidaridad con nuestro país hermano". Sin embargo, el ex presidente Raúl Alfonsín, miembro de la coalición opositora conformada por la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario, apoyó la decisión de Menem al considerarla "un servicio a la democracia en Paraguay, más allá de la rabia que tenemos".
Antes de otorgar el derecho de asilo, el gobierno argentino consultó a Estados Unidos, a los países que junto a Paraguay conforman el Mercado Común del Sur (Brasil y Uruguay) y sus socios de Chile y Bolivia, afirmó la cancillería.
Esa cartera no reconocía esta noche ningún pedido de extradición a Paraguay del ex general, aunque admitió haber recibido una solicitud en tal sentido de un juzgado paraguayo, vía fax, que no cumplía con los pasos jurídicos de rutina.
Las fuentes oficiales reconocieron que la orden de asilo fue impartida por Menem desde Italia, donde se encuentra en visita oficial, y justificada en una declaración que invoca "una práctica internacional generalizada en Latinoamerica, que tiene más de un siglo y coincide con similar medida adoptada por el gobierno de la hermana República del Brasil, otorgando en el día de la fecha asilo politico al ex presidente Raúl Cubas Grau".
Cubas abordó esta noche, en compañía de su esposa y sus dos hijas, un un avión militar brasileño luego que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso le concediera asilo político, en un gesto que fue aceptado por el nuevo gobierno paraguayo. Otro ex presidente paraguayo, el ex dictador Alfredo Stroessner, vive en Brasilia bajo asilo político desde 1989.
En cambio, disgustado por la decisión argentina, Paraguay inició sus esfuerzos por extraditar a Oviedo y envió a Buenos Aires a representantes del Congreso y el nuevo gobierno, que calificaron a Oviedo "delincuente prófugo" pues no ha cumplido su sentencia de diez años de prisión.
Cubas fue implicado por la justicia en la muerte de cinco manifestantes antigubernamentales el pasado viernes en la Plaza de Armas de Asunción, pero el gobierno indicó que se beneficiaba de inmunidad parlamentaria aunque todavía no había tenido tiempo de jurar su cargo de senador vitalicio, ya que prefirió refugiarse en la embajada de Brasil.
Pero la justicia paraguaya parece dispuesta a desbaratar la cúpula oviedista, lo que llevó al senador Francisco Appleyard, del ala oviedista del Partido Colorado, a denunciar una "caza de brujas".
El ex ministro del Interior Carlos Cubas, hermano del ex mandatario, también fue vinculado a los hechos del viernes pasado, aunque quedó libre luego de presentarse voluntariamente a declarar ante la justicia.
El magistrado Gustavo Ocampos ordenó la detención de otros colaboradores de Cubas, acusados de homicidio doloso por la muerte de los jovenes antioviedistas: el ex viceministro de Interior Atilio Monges, y el jefe de Orden y Seguridad de la Policía Nacional, comisario Lidio Torales, asi como el desafuero de los senadores Octavio Gómez y Enrique González, cercanos colaboradores de Oviedo.
Los tres únicos arrestados hasta el momento son dos francotiradores que dispararon contra los manfestantes el viernes y el piloto que llevó a Oviedo a Argentina, Valentin Camacho.
En un juicio paralelo, el juez pidió la captura de Angel Seifard por incitación a la violencia civil. Vicepresidente durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy, de quien se alejó para acercarse a Argaña y luego unirse a Oviedo, Seifard había dicho el viernes que los seguidores del ex militar no permitirían la destitución de Cubas "por otra vía que no sea la de las armas".
n Consenso: el general retirado es un prófugo de la justicia, no un refugiado
Después del sacrificio exigimos democracia: Careaga
Stella Calloni n Aunque la sensación de estas horas en Paraguay es de "ligera esperanza", la democracia en ese país sudamericano es sólo un esbozo lejano y lo que se ha logrado hasta ahora es gracias al sacrificio, incluso de vidas, del propio pueblo abandonado tantas veces a su suerte. En Paraguay nadie duda que el asilo concedido al general retirado Lino Oviedo por Argentina es indebido, ya que no es un refugiado político sino un prófugo de la justicia, cuyo mandato desacató y desconoció, a lo que se agrega ahora la sospecha de magnicidio. Por esa razón dos diputados paraguayos viajaron a Buenos Aires para solicitar la extradición, con resultados negativos.
Y por esa misma razón el vicepresidente argentino, Carlos Ruckauf, se negó a poner su firma en la orden oficial de conceder asilo político a Oviedo.
Así lo dijo a La Jornada en consulta telefónica el político paraguayo Raymundo Careaga, de antigua militancia, ex perseguido político cuya esposa desapareció en Argentina en 1977. "Quizás muchos preferirán una vez más el mal menor, que Oviedo quede en Argentina, pero no es bueno que nuevamente estos crímenes permanezcan impunes. Hubo una conspiración, además es un hombre condenado por la justicia y al parecer el gobierno argentino no tiene la misma percepción que nosotros", dice Careaga
"Fue la presencia popular y la decisión de la juventud, con un comportamiento heroico, lo que produjo este cambio. Fue un sacrificio muy alto y los paraguayos hemos sido muy sacrificados por otros intereses. Ahora exigimos una democracia verdadera", añade el dirigente del Partido Febrerista.
Por su parte, el sociólogo Jorge Lara Castro, profesor universitario, quien dirige varias instituciones de investigación, sostiene que éste es uno de los momentos más importantes en Paraguay, aun cuando persistan los temores de que todo lo que se logró a tan alto precio pueda ser manipulado políticamente en el futuro.
"Hemos vivido una jornada intensa, dolorosa y emocionante. Estuvimos en la plaza junto a los jóvenes y también los campesinos con una decisión muy clara: no dejar que ese lugar fuera ocupado por los oviedistas, que pensaban quedarse con el poder. Levantamos carpas en la plaza frente al Congreso, dispuestos a resistir. Yo hasta ahora no puedo creer lo que viví, porque nos mandaron a policías con armas de guerra, la montada, a las fuerzas especiales. Durante tres días estuvimos allí en una resistencia que nunca cesó", señala Lara Castro.
"La estrategia de ellos era mandar a las fuerzas policiales por delante y detrás los grupos de choque oviedistas. Por momentos la resistencia se volvía casi insostenible. En un momento el ataque fue tan fuerte que lograron desalojarnos hacia la Catedral. Y seguíamos resistiendo. Los jóvenes no abandonaron en ningún momento su decisión de no dejar ese escenario para apoyar así al Congreso en su juicio a Raúl Cubas Grau. Yo mismo decía a veces: 'aquí nos matarán a todos', pero nadie se iba. Llegamos a hacer correr a la fuerza antimotines.
"Y esa noche del viernes 26 sabíamos que ellos iban a volver a cobrarse esa humillación. Porque nosotros no teníamos arma alguna. Entonces nos atacaron ya con los grupos de francotiradores organizados. Pero, aun cuando caían los heridos y los primeros muertos, nadie dejó su lugar, es importante contarlo porque en la cantidad de información en estos días, nadie podrá leer lo que fue esa heroica resistencia. Aquella comunidad espontánea que se creó entre los campesinos, los jóvenes y todos lo que fuimos allí a sabiendas de que podíamos morir. Esa actitud fue la verdadera derrota del oviedismo. Para todos nosotros, los que sufrimos la dictadura, fue la recuperación de la memoria histórica", relata Castro Lara.
En1998, cuando estuvimos en Paraguay para las elecciones presidenciales, Lara Castro hablaba de una "democracia falsificada" en su país. Ahora dice que es necesario transformar a las fuerzas emergentes en función de un futuro distinto en Paraguay, "para que esta experiencia tan hemosa no termine quedando en miserables repartijas de prebendas y poder".
Sostiene que el Vaticano, a través del nuncio apostólico en Paraguay, cumplió un papel clave mediante acciones diplomáticas, políticas e incluso ante militares, para lograr el final que se produjo. Sin embargo queda por definir mucho en ese complicado camino del nuevo proceso. "Se trata de un caso inédito, incluso no previsto en la Constitución, ya que si desaparece el vicepresidente hay que convocar a elecciones. Por otra parte, este presidente que asumió, o termina el mandato o convoca a elecciones. Hay dos interpretaciones y también otra propuesta de elegir vicepresidente o elegir simultáneamente un nuevo presidente", analiza Lara Castro.
Pero el debate ahora es sobre la posibilidad de un gobierno de unidad nacional, lo que "también es riesgoso, ya que la oposición se ha mostrado desgastada", o un gobierno de coalición, que es una propuesta diplomática que parece que podría alcanzar definiciones a corto plazo.
Tanto Lara Castro como Careaga opinan, sin embargo, que esto no termina con el problema y que habrá que cuidar que la coalición no se transforme en un reparto de cargos, sino en una salida real para un país tan castigado.
Pero lo que se destaca en ese marco tan cruento, es el papel asumido por la juventud. En este caso, como en abril de 1996, cuando Oviedo intentó el golpe militar, fueron los Jóvenes por la Democracia los que marcaron con su presencia una actitud desconocida en Paraguay. Dispuestos a no dejarse arrebatar ese delgado hilo de la esperanza democrática, esta vez jugaron su vida a manos de los francotiradores de los poderes en las sombras. Estos jóvenes eran adolescentes cuando en 1993 se lanzaron por primera vez a las calles apoyando a la democracia en ciernes. No votaban entonces y fueron decepcionados por la falta de lucha de los partidos opositores ante el escandaloso fraude que después de dos años de gobierno de Juan Carlos Wasmosy reconoció el Tribunal Electoral.
También en 1998 el fraude y el miedo desesperanzaron otra vez a muchos. Esta vez tomaron una decisión y la cumplieron esa noche en que miles de paraguayos derrotaron sin armas a la llamada "policía del terror", ante la irresponsabilidad de una comunidad internacional que curiosamente en Paraguay jugó siempre a salvar "lo menos malo".