Las críticas de académicos a los medios son muchas veces excesivas y hasta arrogantes: Cebrián, de El País
Rosa Elvira Vargas y Angélica Abelleyra, enviadas, Zacatecas, Zac., 8 de abril Ť Académicos de la lengua y periodistas tuvieron hoy su primer foro común de encuentro en el Congreso Internacional de la Lengua Española, y ni unos ni otros osaron lanzarse otra cosa que recomendaciones. Sin embargo, Juan Luis Cebrián, ex director del diario español El País, subrayó que las academias deben tener presente que actualmente el lenguaje es creado y defendido primordialmente por los medios de comunicación.
``Las frecuentes quejas y aun rechiflas de los académicos -añadió- por el deterioro o la destrucción que del idioma hacen periodistas, locutores o presentadores de televisión, son muchas veces excesivas y casi siempre arrogantes.''
En todo caso, Cebrián y Luis María Anson, director del diario ABC de España, pidieron que las academias de la lengua y los periodistas trabajen de la mano, ya sea para elaborar índices de toponímicos y de los barbarismos más comunes en que incurren los medios, según dijo el primero, o para crear un departamento del español urgente que funcione las 24 horas del día y pueda ser consultado ``de inmediato'' por los diaristas para aclarar cualquier duda, como señaló el segundo.
Pero el ex director de El País fue buscado insistentemente por los reporteros para conocer su punto de vista en torno al conflicto que el grupo Prisa (editora de ese diario, concesionaria de la cadena de radio Ser -la más importante de Europa-, televisoras y editoriales como Santillana y Alfaguara, entre otras) mantiene con el gobierno de José María Aznar y el Partido Popular.
Cebrián respondió: ``Se busca una solución negociada, un acuerdo en que todo mundo encuentre un interés común. No existe la menor duda de que el gobierno está utilizando la legislación para perjudicar a nuestro grupo. No existe ninguna duda tampoco que, al amparo de esta ofensiva, se ha producido un intento de criminalización y se ha creado un ambiente muy enrarecido que constituye, como han puesto de relieve representantes del mundo intelectual, un ataque a la libertad de expresión y de prensa''.
En referencia a la actitud que deben tener los medios de comunicación ante las presiones de los gobiernos, Cebrián afirmó que actualmente ambas instancias ``están llevadas a un mal entendimiento por la propia naturaleza de las cosas'', pues una de las obligaciones de los periódicos es la crítica al poder. Añadió que ello no significa ninguna hostilidad a aquél, mucho menos si es democrático y ha emanado legítimamente de las urnas, sino simplemente que los diarios tienen un papel de vigilancia de su ejercicio, no sólo hacia los gobiernos frente al poder Legislativo, los sindicatos, etcétera.
``El sometimiento es inadmisible, porque un país democrático no debe aspirar a someter a los medios de comunicación, éstos son uno de los pilares de la democracia tan importante como los partidos'', añadió.
Los editores españoles compartieron hoy por la tarde la mesa redonda Las academias de la lengua y los medios de comunicación, que se realizó en el ex templo de San Agustín, con lingüistas de la talla de José G. Moreno de Alba, Arrigo Coen, Humberto López Morales y Juan Gustavo Borda, el escritor José María Pérez Gay, así como el periodista dominicano Rafael Molina.
El director del Canal 22 de México, José María Pérez Gay, dijo que el idioma español enfrenta índices de analfabetismo preocupantes. Ante ello, señaló que la educación juega un papel definitivo en el empleo de la lengua.
Y subrayó la obligación que las academias, las universidades y los medios tienen ``no a una cruzada, pero sí a una toma de conciencia de la importancia que el idioma posee como instrumento de trabajo, como instrumento de vida, con la certeza de que a un idioma no se le puede someter ni dominar. El enriquecimiento está hecho de los vicios, de las fallas, de las posibilidades que como vasos comunicantes tienen las lenguas''.
Humberto López Morales, catedrático de lingüística de la Universidad de Puerto Rico y actual secretario de la Asociación General de Academias de la Lengua Española, con sede en Madrid, propuso una óptica sensata y de diálogo por parte de las academias en la elaboración de los diccionarios de ortografía y gramática a favor de los medios de comunicación.
Así, sin romper ninguna convención de la cortesía y el buen decir, académicos y periodistas disertaron en el mismo foro.