La Jornada 11 de octubre de 1996

Rechazan en Bolivia el convenio agrario entre el presidente y la IP

Ansa, Notimex, Afp, Efe, Dpa y Pl, La Paz, 10 de octubre La alianza gobernante de Bolivia pareció entrar hoy en crisis ante el rechazo de los partidos aliados del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada al acuerdo logrado entre el gobierno y los empresarios del campo, en relación con la controvertida ley agraria.

Por su parte, los campesinos ratificaron su decisión de suspender el envío de alimentos del campo a la ciudad y continuar las movilizaciones en La Paz y los bloqueos de carreteras, al tiempo que un grupo de labriegos tomó y destruyó las instalaciones de la municipalidad de Caranavi, en el marco de las protestas en el interior del país.

El rechazo al acuerdo pactado la víspera entre el presidente Sánchez de Lozada y los agricultores de Santa Cruz provino del vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, de origen campesino y líder del partido indígena Movimiento Revolucionario Tupac Katari (MRTK), y de los dirigentes del centro-izquierdista Movimiento Bolivia Libre (MBL).

Trascendió que los aliados del presidente expresaron a éste su ``preocupación'', porque el gobierno ``cedió más allá de lo deseado''. El presidente aceptó en ese acuerdo una rebaja del 50 por ciento en los impuestos para la tierra no trabajada, ante lo cual se temía que dichos partidos pudieran abandonar la coalición gubernamental.

Lo anterior quedó de manifiesto porque el presidente se vio nuevamente obligado a convocar a La Paz a los dirigentes de los empresarios agrícolas para renegociar el acuerdo. Sin embargo, se estima que los empresarios ya no aceptarán dar marcha atrás en sus planteamientos, y por ende, el conflicto podría reactivarse con ese sector.

En tanto, en el seno de la Central Obrera Boliviana (COB) se buscaban responsables por el apoyo brindado a los campesinos, que fue considerado como un ``fracaso''. Antes de conocerse el rechazo de los partidos aliados del presidente al acuerdo con los agroempresarios, se decía que estos habían obtenido amejores beneficios que los campesinos.

Pero la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) anunció, por otra parte, su propósito de desabastecer a los centros urbanos del país y continuar con el bloqueo de caminos y carreteras como fórmula para presionar al gobierno a que elimine la superintendencia de tierras de la ley agraria en debate parlamentario.

Aunque millares de campesinos ya retornaron a sus lugares de origen, luego de su masiva llegada hace dos semanas a la capital, este día continuaron las ruidosas marchas en La Paz.

Pero fue en la municipalidad de Caranavi donde se suscitaron en las últimas horas fuertes disturbios, con la quema del recinto y la huída del alcalde.

Unos 2 mil campesinos reunidos en la plaza principal arremetieron contra las instalaciones, destruyendo y quemando cuanto encontraban a su paso.

Los hechos se suscitaron debido a la decisión del alcalde y del subprefecto de prestar los vehículos de la municipalidad a una unidad militar, para eliminar el bloqueo campesino de una carretera que une la zona.

El dirigente agrario Clemente Marconi denunció que en días pasados, dos compañeros suyos murieron a consecuencia de las heridas sufridas durante la represión policial del 26 de septiembre en La Paz. Las víctimas son Justina Quispe y Gregorio Saire, por lo que el número de víctimas aumentó a tres, ya que en aquella fecha se reportó la muerte de una dirigente sindical.